En su primer discurso en el Foro de Davos, el presidente Javier Milei sorprendió al atacar vehementemente a los movimientos feministas y al ambientalismo, posturas que generaron controversia tanto en el recinto como en las redes sociales.

Durante su intervención, Milei abordó la temática de la igualdad de género, refiriéndose a las luchas feministas como "ridículas y antinaturales". Defendió la igualdad de sexos según los principios libertarios y cuestionó las políticas de igualdad de género, argumentando que han derivado en una mayor intervención del Estado, generando burocracia sin beneficio para la sociedad.

El presidente hizo referencia a una interpretación errónea del feminismo que sugiere un conflicto entre hombres y mujeres, señalando que este enfoque no resuena con la neoderecha en crecimiento. Cifras de encuestas en España fueron citadas para respaldar la afirmación de que un porcentaje significativo de hombres percibe que las políticas de igualdad los discriminan.

En cuanto a la agenda ambiental, Milei lanzó fuertes críticas a la percepción de que los seres humanos dañan el planeta, argumentando que esta perspectiva lleva a propuestas como el control poblacional y la agenda del aborto, describiéndola como "sangrienta". La legalización del aborto en Argentina fue mencionada, pero el presidente expresó escepticismo hacia sus beneficios éticos y enfatizó la resistencia global a esta medida.

El discurso de Milei también fue criticado por no abordar detalladamente sus argumentos en contra del cambio climático, dejando a muchos con la sensación de que la ultraderecha libertaria carece de fundamentos sólidos en este ámbito.

En un contexto de crisis social y con la ultraderecha libertaria en el poder, la posición de Milei en temas como igualdad de género y cambio climático sigue generando debate y controversia.