

En declaraciones a Radio Provincia, Ferrelli señaló que, a pesar de un buen nivel de reservas antes del cambio de gobierno, la incertidumbre generada por medidas económicas posteriores afectó el desarrollo del turismo en la región. La temporada, que prometía ser próspera, terminó siendo "mediocre" debido a la paulatina disminución del flujo de visitantes.
Particularmente, los hoteles de mayor categoría lograron mantener niveles aceptables de ocupación, mientras que aquellos de menor categoría, como los de 3 estrellas, experimentaron una baja en la demanda. Además, se observó una transferencia de clientes hacia establecimientos de categoría inferior.
Por otro lado, el Municipio de Necochea informó sobre una ocupación del 65% durante el último fin de semana de febrero. A pesar de que los complejos gremiales y los aparts alcanzaron la capacidad máxima, otras categorías de hospedaje mostraron rendimientos dispares.
Desde la comuna expresaron que "a medida que nos acercamos al final de la temporada estival, la ocupación hotelera refleja una baja propia de esta época del año, aunque los números siguen siendo alentadores dadas las circunstancias económicas del país. El buen clima durante el fin de semana contribuyó a una alta concurrencia en las playas de Necochea y Quequén, brindando un cierre más positivo para esta temporada de verano".