

Desde el Ministerio de Capital Humano, se argumentó que el propósito de esta acción es "generar estrategias más efectivas" para la inserción laboral de los beneficiarios, al tiempo que se busca reducir la discrecionalidad en la gestión de los recursos del programa. Sin embargo, las organizaciones sociales han interpretado esta medida como un ataque directo contra los sectores más vulnerables de la sociedad.
La segmentación de los beneficiarios en dos programas diferenciados ha generado aún más controversia. Mientras que el programa “Volver al Trabajo” se destina a menores de 49 años con capacidad de reinsertarse en el mercado laboral, el programa de “Acompañamiento Social” está dirigido a mayores de 50 años y madres con cuatro o más hijos, dejando entrever una división entre empleables y no empleables.
Ante esta situación, las principales organizaciones sociales, como la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y la Unidad Piquetera, han anunciado planes de lucha y movilización en rechazo a estas medidas. Según Alejandro “Peluca” Gramajo, secretario general de la UTEP, estas acciones del gobierno representan un quiebre en la relación con las organizaciones sociales y agravan aún más el conflicto social.
El reemplazo del Potenciar Trabajo por estos nuevos programas ha sido criticado por su falta de originalidad y por repetir estrategias que ya han fracasado en el pasado. Eduardo Belliboni, referente del Polo Obrero, señaló que las medidas del gobierno solo profundizan la crisis económica y social, y no abordan las verdaderas necesidades de los sectores más desfavorecidos de la sociedad.
En medio de esta polémica, las organizaciones sociales continúan preparando acciones de protesta y movilización, advirtiendo que no cesarán en su lucha por la defensa de los derechos de los trabajadores y los sectores más vulnerables de la población.