Pocas veces se llenó el estadio del Club Atlético Rivadavia en los últimos años. Tal vez la última fue en la final con Villa Díaz Vélez donde se tuvo que suspender por caída de tablones. Atrás quedó la nostalgia del ascenso a la B Nacional de Estación Quequén en los ochenta. Pero la cancha se colmaba quizás por última vez hace 26 años, recibiendo más de siete mil personas con motivo de un partido solidario que contó con recordadas figuras del ámbito nacional, también de nuestra Liga y la posible visita de Diego Maradona que finalmente no se dio.

Fue en la tarde del Día del Trabajador, el 1° de mayo de 1998, en un encuentro a beneficio de las víctimas por las inundaciones que se desarrollaban entonces el Litoral. Promovido y organizado por el Gobierno de turno, se midieron el "Equipo de las Estrellas'' y el del "Presidente Carlos Menem".

De aquel partido también quedó en el recuerdo la expectativa y la desilusión que generó Diego Armando Maradona, quien de alguna manera propició gran parte de la convocatoria. Miles de familias se acercaron con la posibilidad de ver al mejor jugador del mundo por ese entonces, con el recuerdo fresco de "me cortaron las piernas" en el Mundial de 1994 en Estados Unidos, que casualmente se volverá a desarrollar en aquel país en 2026, seguramente con el último mundial de Lionel Messi. 

Maradona por entonces había anunciado pocos meses antes su retiro tras su segunda etapa como jugador de Boca Juniors, era uno de las figuras que habían sido anunciadas por la organización, pero finalmente no estuvo presente, para desazón del público.

Sin embargo, el propio Diego hizo llegar su donación a la organización, por lo que el objetivo igualmente estuvo cumplido por parte del 10. También se habló de la posibilidad de contar con Mario Kempes y Norberto Alonso.

En su carrera profesional, Maradona supo coincidir en un par de equipos con futbolistas surgidos de la Liga Necochea de Fútbol. Como jugador, lo hizo en sus comienzos en Argentinos Juniors, allá por 1979, con Carlos Norman Chiacchio y, ya como consagrado profesional, con el arquero Marcelo Yorno en su segunda etapa en Boca entre 1995 y 1996. 

También compartió apenas un entrenamiento con el loberense Alejandro Barberón en la preselección juvenil argentina, aunque Diego no jugaría entonces el Torneo Esperanzas de Toulon en Francia y luego, por una cuestión de días en el límite de edad, Barberón quedó sin chances de pelear un lugar en la lista del Mundial Juvenil de Japón en 1979.

Como director técnico del Club Gimnasia y Esgrima de La Plata, contó en el plantel con el delantero de La Dulce Khalil Caraballo, quién siguió la carrera en otros clubes.