

La ciudad se paralizó para vivir cada punto, cada bloqueo, cada remate. En el Piso de Deportes del Club Rivadavia, ante una multitud de 2.500 personas y cientos más que seguían el partido en una pantalla gigante, Luz y Fuerza escribió una página dorada en la historia del deporte necochense.
El equipo, liderado por el director técnico Jorge Bellendier, contaba con una alineación imponente: Agustín Fernández, Rogerio Castaldelli, Marcos Vinicius Eloe, Osvaldo Amitrano, Hernán De Luca, Gastón Alvarez, Gustavo González, Leandro García Mónaco, Martín Meana, Emiliano Knudsen, Rodrigo Díaz y Pablo Meana. Cada jugador aportó su talento y su entrega en un camino lleno de desafíos.
El partido fue un auténtico duelo de titanes, con Ferro Carril Oeste desplegando todo su poderío con figuras de renombre como Hugo Conte y Waldo Kantor. Pero Luz y Fuerza no se amilanó ante el desafío. Con una defensa férrea, liderada por Hernán De Luca y Gastón Alvarez, y un ataque demoledor, comandado por Marcus Eloe y Osvaldo Amitrano, el equipo local logró imponer su juego y sellar una victoria histórica.
Cada punto fue una gesta, cada remate una obra de arte. El saque potente de Agustín Fernández, los bloqueos impenetrables de Rogerio Castaldelli, los remates precisos de Marcos Vinicius Eloe... Cada jugador brilló con luz propia en una noche inolvidable para el voleibol necochense.
El triunfo de Luz y Fuerza no solo fue una conquista deportiva, sino también un símbolo de unidad y trabajo en equipo. Durante toda la temporada, el equipo demostró su compromiso y su pasión por el deporte, inspirando a toda una ciudad a creer en los sueños y luchar por alcanzarlos.
(Tapa del Ecos Diarios de aquel entonces)
A 26 años de aquel momento histórico, Necochea sigue recordando con orgullo la gesta de Luz y Fuerza en la Liga Nacional de Voley. Cada abril, la ciudad revive la emoción y la alegría de aquel día inolvidable, celebrando el triunfo de un equipo que se convirtió en un símbolo de grandeza y superación.