

La presidenta del Ente portuario, Jimena López, enfatizó la importancia de esta inversión en la formación del capital humano del puerto: "Nos permitirá marcar la diferencia en el mediano plazo". La misión es crear un ambiente seguro y protegido.
El rol del OPIP abarca la vigilancia constante del tráfico marítimo y terrestre, así como la identificación proactiva de posibles amenazas. Esto incluye la implementación de medidas preventivas para salvaguardar la integridad de los trabajadores, la carga y las instalaciones portuarias en su conjunto.
Con esta iniciativa, Puerto Quequén reafirma su compromiso con los más altos estándares de seguridad y su dedicación a proteger tanto a su personal como a la infraestructura portuaria.