

Según la Octava Encuesta a Hogares con Niñas, Niños y Adolescentes realizada por UNICEF, se observa una disminución significativa en el consumo de verduras y frutas (58%), mientras que el consumo de fideos y harinas ha aumentado (24%). Más de un millón de niños y niñas han dejado de comer alguna comida diaria por falta de recursos, afectando especialmente a hogares donde los adultos responsables se encuentran empleados informalmente.
Luisa Brumana, Representante de UNICEF Argentina, expresó preocupación ante la situación: "Frente a la insuficiencia de ingresos, las familias se endeudan y reducen la compra de alimentos nutritivos y medicamentos, afectando gravemente la calidad de vida de sus integrantes". Brumana destacó la importancia de estos datos para orientar políticas públicas que saquen a los hogares de la pobreza.
El informe también destaca que el 82% de los hogares no pueden cubrir gastos específicos para niños como útiles escolares y vestimenta, y que un porcentaje significativo ha tenido que recurrir a préstamos o usar ahorros para gastos corrientes.
Sebastián Waisgrais, especialista en Inclusión Social y Monitoreo de Derechos de UNICEF Argentina, enfatizó la necesidad de aumentar los recursos destinados a la infancia: "Los datos reflejan las dificultades de los hogares para generar ingresos suficientes y acceder a alimentos básicos y servicios esenciales". Waisgrais subrayó la importancia de proteger programas como la Asignación Universal por Hijo y otras prestaciones alimentarias recientemente fortalecidas.
Este análisis se enmarca en una serie de mediciones que UNICEF realiza desde 2016, monitoreando la situación de la niñez y la adolescencia en Argentina, con el objetivo de garantizar el cumplimiento de los derechos de los niños establecidos en la Convención sobre los Derechos del Niño.