

Desde su llegada en 1988, la pareja se estableció en Arenas Verdes con un espíritu emprendedor inquebrantable. Comenzaron con una pequeña proveeduría que luego evolucionó para incluir un hostal, cabañas y un restaurante, convirtiéndose estos lugares en puntos de referencia para los habitantes locales, los visitantes de Necochea y los turistas que llegaban cada verano.
La historia de vida de Guillermina y "Chiquín" está ligada al esfuerzo y al amor por este lugar mágico que eligieron como su hogar y lugar de trabajo. Juntos, construyeron un legado de sacrificio, dedicación y hospitalidad que perdurará en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de conocerlos.
La noticia de su fallecimiento fue compartida por su familia a través de las redes sociales, donde expresaron un profundo dolor pero también un gran amor por quien fue una figura querida y respetada en la comunidad. En un emotivo mensaje, destacaron cómo Guillermina dejó un mundo más hermoso de cómo lo encontró, viviendo intensamente y dejando un legado de magia en Arenas Verdes que será recordado por siempre.
Con la partida de "La Guille", Arenas Verdes pierde a una de sus figuras más queridas y respetadas, pero su espíritu y su contribución al balneario perdurarán como un testimonio de su vida dedicada al servicio y al amor por esta tierra.