

El veto de Milei se alinea con sus declaraciones previas en las que había dejado claro "su compromiso con el equilibrio fiscal". En su mensaje, Milei expresó que no iba a "dejar pasar un milímetro a los degenerados fiscales", reafirmando su postura de que el equilibrio fiscal es "innegociable". Funcionarios cercanos al Presidente, como el vocero Manuel Adorni y el secretario Santiago Caputo, también habían advertido sobre el veto, destacando la importancia del equilibrio fiscal.
La reforma jubilatoria, aprobada por la Cámara de Senadores el 22 de agosto, proponía una nueva fórmula para mejorar las jubilaciones y pensiones en un 8,1%. La ley había obtenido 61 votos a favor y 8 en contra. Sin embargo, la decisión de Milei de vetarla ha generado una fuerte reacción. Desde el Congreso, los legisladores que impulsaron la reforma han anunciado que intentarán volver a aprobarla, aunque para ello necesitarán reunir los dos tercios de los votos en ambas Cámaras.
Durante la reunión en la Casa Rosada, Milei recibió el apoyo de varios legisladores y funcionarios, incluyendo a los presidentes de bloques en Diputados, Cristián Ritondo (PRO) y Oscar Zago (MID), entre otros. La secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, también estuvieron presentes, aunque no participaron el asesor Santiago Caputo ni el titular de la Cámara baja, Martín Menem.