

En su intervención, se excusó de querer desfinanciar a la UNICEN, que atraviesa una grave crisis presupuestaria, y confundió a los presentes al mencionar a la prosecretaria de la sede universitaria como aval de su propuesta. Maceiro afirmó que “al menos sirva para comprar fruta a los comedores”, minimizando así la importancia de los recursos destinados a la universidad en tiempos de ajuste gubernamental.
La actitud de la concejala generó confusión y rechazo, especialmente en un contexto nacional donde la educación universitaria enfrenta importantes recortes. La concejala de Unión por la Patria, Rocío Mateo, se expresó enérgicamente: “No puedo creer que a horas del apoyo de los traidores de los diputados al veto contra las universidades públicas estemos discutiendo reducirle el presupuesto a la UNICEN”.
Mateo continuó: “Me da vergüenza, y lo peor de todo es para darle chauchas a los comedores. Un presupuesto insignificante para la cantidad de comedores y no podría acompañarlo, y mucho menos sacándole a la universidad pública”. También cuestionó la inacción del ejecutivo local: “No fue acá que se aprobó la emergencia alimentaria. ¿Qué hizo el ejecutivo en todo este tiempo?”.
Para finalizar exigió que en el “presupuesto 2025 tengan en cuenta a las políticas públicas de desarrollo social o por lo menos que sea algo real, no chauchas cómo las que recibirían, que ni siquiera se recibiría porque se hace la compra a través de desarrollo que mínimo llevan 3 meses y la emergencia es hoy”.
La concejala Evangelina Almada, otra voz del peronismo, comentó: “los que entendemos que comer y educarse como un derecho humano, este proyecto que pretende modificar lo que la patrulla rural le daba a la UNICEN, el espíritu sería sacar un porcentaje para financiar comedores y no harían la diferencia al dividirse por la cantidad de comedores”.
“Sabemos de la crisis alimentaria y que la gente no llega a fin de mes, pero también sabemos que no es sacándole a la educación como vamos a mejorar la calidad nutricional de los chicos con el monto que le llegaría a cada comedor y también sabemos que la educación pública es usada por vulnerables. Es necesario que el ejecutivo municipal gestione en Capital Humano” finalizó
Al finalizar el tratamiento, Maceiro intentó aclarar su posición, afirmando: “Hablé con Mastrocola como compañera de trabajo, ambas preocupadas por la educación. Jamás estaría en mi intención desfinanciar la educación. Lo que busco es asegurarme de que el municipio aporte algo a comedores y merenderos. Este porcentaje no sostiene la UNICEN, sino que compensa lo que después el estado municipal se hará responsable de sostener. Con este porcentaje no se sostiene la UNICEN, sino con la firma del convenio”.
La concejala concluyó: “Me aseguro de que este poquito sea la compra para una fruta para los comedores”.
Fuentes consultadas dentro de la UNICEN negaron rotundamente el acompañamiento al proyecto de Maceiro. “Es plata que va destinada a la posibilidad de ir ofertando diferentes carreras como la tecnicatura de ambiente y de desarrollo de aplicaciones. Es poca, pero significativa para nosotros”, afirmaron desde Quequén, sorprendidos por las declaraciones de la concejala.
“Es dinero incluido dentro de los convenios para completar los fondos de las carreras a ciclo cerrado en el distrito”, añadieron. Para rematar, la fuente consultada esgrimió que, para convencer a la comunidad educativa de la UNICEN, Maceiro habría prometido ingresos que provengan de la futura Tasa Vial, fondos que no están contemplados para educación, sino para infraestructura y salud.
“Parece que últimamente las universidades soportamos modalidades cargadas de mentiras”, cerraron las fuentes.