

Ya sea por nombramientos de familiares o la influencia en algunas áreas, Pedro Bottiglieri nunca sacó los pies del municipio. Ahora bien, si debió retirarse a partir de conflictos internos suscitados en el armado local.
De todas formas, estarían dadas las condiciones para que el empresario de la noche pueda retomar tareas y funciones de visibilización dentro de la estructura comunal.
Ahora bien, su decisión está mediada por una serie de requerimientos planteados por el intendente Facundo López que necesita pagar los menos costos posibles en la previa al año dónde buscará la reelección municipal.
Según consignaron fuentes del oficialismo local, un primer requerimiento tendría que ver con que el funcionario se desprenda de todos los negocios nocturnos que posee para evitar las críticas respecto al “zorro que cuida el gallinero”, ya que tanto él como familiares directos se han venido encargando del control de la nocturnidad en la Ciudad.
En ese marco, el empresario local habría definido cerrar el local nocturno Jammin, ubicado en Quequén, al tiempo que tendría vendida su parte de Barceló, el establecimiento que se encuentra en 4 entre 75 y 77.
Cabe recordar que Bottiglieri había ocupado la Subsecretaría de Gobierno para luego quedar relegado de dicha función, manteniendo el cargo de responsable del Municipio ante el Consorcio del Puerto Quequén.
El empresario de la noche no se encontraría pasando un buen momento luego de haber protagonizado un incidente con un empresario del rubro gastronómico en el Parque Miguel Lillo, situaciòn que habrìa derivado en una denuncia penal que empezó a tomar curso en la Justicia local.