

Un espacio esencial para las infancias de los barrios
El EPI Micaela fue, durante años, un lugar clave para el cuidado integral de niños y niñas de los barrios más vulnerables de la ciudad. "Brindábamos un espacio seguro y enriquecedor donde las infancias aprendían, jugaban y crecían, mientras sus familias recibían un apoyo invaluable", expresaron desde el movimiento. Además, destacaron el trabajo en red con otras instituciones barriales y locales, como la Secundaria 19, el Centro de Salud del Barrio 9 de Julio, y el Servicio Social, lo que permitió fortalecer la comunidad en su conjunto.
Sin embargo, a partir de finales de octubre, el espacio se vio obligado a cerrar por falta de recursos. "Es una pérdida no solo para nuestra organización, sino también para toda la comunidad, que queda desprotegida ante el desfinanciamiento del gobierno nacional", señalaron en el comunicado.
La crisis del financiamiento y los recortes
Según Rocío Mateo, referente del Movimiento Evita y concejal de UXP, el espacio comenzó a funcionar gracias a un convenio con la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF), que cubría los costos operativos, como alquiler, insumos y herramientas. Sin embargo, este convenio finalizó en noviembre de 2023, y desde entonces el espacio ha luchado por mantenerse a flote con recursos limitados. "Las compañeras trabajadoras se sostenían con el Potenciar Trabajo, pero desde que asumió el gobierno de Javier Milei, el monto se redujo drásticamente de 156.000 a 78.000 pesos", explicó Mateo, haciendo hincapié en cómo este ajuste afectó directamente el funcionamiento del EPI.
La situación empeoró a partir de diciembre, cuando se cortó el vínculo con el Potenciar Trabajo, dejando a las trabajadoras sin los ingresos necesarios para continuar. "Las compañeras empezaron a buscar otros trabajos y el equipo se fue reduciendo cada vez más", explicó la referente.
Además de los recortes nacionales, el EPI Micaela intentó sin éxito conseguir apoyo tanto a nivel municipal como provincial. "Pedimos recursos al municipio y la provincia, pero nos dijeron localmente que no había dinero disponible. Por parte de la provincia, aún estamos gestionando, pero no podíamos seguir esperando", señaló Mateo con tristeza.
El cierre del EPI Micaela es un claro reflejo de la falta de compromiso estatal con los sectores más vulnerables de la sociedad, especialmente con los niños y niñas, quienes han sido los más afectados por los recortes en políticas sociales. "Cuando el Estado se corre de sus responsabilidades, son las personas de a pie, las trabajadoras y las familias, quienes sufren las consecuencias", concluyeron desde la organización.
Este cierre es una pérdida para las infancias y las familias de Necochea, que dependían del EPI Micaela como un espacio de apoyo integral, donde no solo se brindaba educación y cuidado, sino también contención y acompañamiento para muchas familias que atraviesan situaciones de vulnerabilidad.