martes 29 de abril de 2025 - Edición Nº3131

Política | 22 nov 2024

EDUCACIÓN PROVINCIAL

Cometierra y la censura: el debate sobre los libros en las escuelas bonaerenses

El gobierno de Axel Kicillof distribuyó novelas dentro del programa Identidades Bonaerenses que han generado controversia por su presunto contenido sexual. Mientras la vicepresidenta Victoria Villarruel cuestiona la iniciativa, una fundación presentó una denuncia penal contra el director de Escuelas, Alberto Sileoni. Los libros, que no son de lectura obligatoria ni parte de la Educación Sexual Integral (ESI), se entregaron en escuelas secundarias y de adultos con acompañamiento docente.


A partir de la implementación del programa Identidades Bonaerenses, lanzado en septiembre de 2023 por el gobierno de la Provincia de Buenos Aires, ciertos libros literarios comenzaron a ser distribuidos en escuelas secundarias y de adultos. Este programa busca promover una reflexión sobre la identidad cultural y territorial de la provincia a través de 122 títulos de ficción y no ficción.

Sin embargo, a partir de octubre de 2024, algunos de estos libros comenzaron a generar polémica por su presunto contenido sexual y/o pornográfico, especialmente la novela Cometierra, escrita por Dolores Reyes. La controversia explotó en redes sociales y medios de comunicación, y llegó hasta la Legislatura provincial, donde el senador Alex Campbell (PRO) solicitó un informe sobre el contenido y la distribución de estos textos.

¿Qué es Cometierra y por qué se cuestiona?

Cometierra es una novela escrita por Dolores Reyes que aborda, entre otros temas, la violencia de género, el femicidio y las profundas injusticias sociales que atraviesan los jóvenes del conurbano bonaerense. La obra fue aclamada por su cruda descripción de la realidad y su perspectiva única sobre la violencia estructural. Publicada en 2019, Cometierra fue seleccionada por The New York Times como uno de los mejores libros del año.

Sin embargo, la novela contiene escenas de violencia explícita, lo que ha generado dudas sobre su adecuación para ser leída por adolescentes en un contexto educativo. La crítica se enfoca en que algunos fragmentos pueden ser percibidos como demasiado explícitos, en especial aquellos que describen situaciones de abuso sexual.

La controversia en las redes y la reacción del Gobierno

El 7 de noviembre de 2024, la vicepresidenta Victoria Villarruel (La Libertad Avanza) expresó su rechazo a la distribución de estos libros a través de un tuit donde acusó al gobierno de Axel Kicillof de "sexualizar a los chicos" y "exaltar la pedofilia". El tuit, que acompañaba un fragmento del libro Cometierra, rápidamente se viralizó, intensificando el debate público.

El gobernador Kicillof respondió publicando una foto en sus redes sociales en la que aparece leyendo Cometierra, junto a otros libros del programa Identidades Bonaerenses. “Qué mejor que un domingo de lluvia para leer buena literatura argentina. Sin censura”, comentó, defendiendo la calidad literaria y la libertad de expresión. En este contexto, también remarcó que la colección no forma parte del programa de Educación Sexual Integral (ESI), y que la lectura de estos libros está pensada para ser acompañada por los docentes.

 

Los libros no son de lectura obligatoria

El secretario de Educación bonaerense, Pablo Urquiza, aclaró que estos libros no son de lectura obligatoria en las escuelas y que no están vinculados al programa de ESI. Según explicó, la colección fue diseñada para generar reflexión sobre la identidad, la cultura y las realidades sociales de la provincia. Además, destacó que los libros se distribuyen en las escuelas con un ejemplar por establecimiento, y que la lectura se realiza en el marco de acompañamiento docente.

Urquiza también defendió el valor literario de las obras incluidas en la colección, argumentando que el debate no debería centrarse en fragmentos explícitos, sino en su aporte cultural y educativo. "No es porque un libro diga ‘pija’ que es pornográfico o forma parte de la ESI. Es una reducción del contenido del libro", indicó.

El enfoque en la violencia de género y otros temas sensibles

El catálogo del programa Identidades Bonaerenses incluye varios libros que abordan la violencia de género, la identidad sexual, el aborto y otros temas complejos. La novela Si no fueras tan niña, de Sol Fantin, relata la historia de una niña de 14 años abusada por un adulto de 30, mientras que Las Primas de Aurora Venturini, también incluida en la colección, toca temáticas de abuso y violencia.

En este sentido, especialistas como Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), explican que estos libros no forman parte del programa ESI, sino que son obras literarias dirigidas a adolescentes mayores, y que su lectura debería ser orientada y acompañada por docentes. "La orientación docente es clave, ya que estos libros requieren un marco de reflexión para ser comprendidos", afirmó Bianco.

La judicialización del caso

La controversia alcanzó también el ámbito judicial. La Fundación Natalio Morelli, que defiende el "bienestar integral de los niños", presentó una denuncia penal contra Alberto Sileoni, el director general de Escuelas de la Provincia de Buenos Aires, por la distribución de libros con contenido sexual explícito. La denuncia incluye, además de Cometierra, las obras Las Primas, Si no fueras tan niña y Las Aventuras de la China Iron de Gabriela Cabezón Cámara.

La denuncia alega que la distribución de estos libros podría "corromper" a los menores de edad y generar confusión sobre temas sexuales en edades tempranas, lo que podría tener efectos perjudiciales para el desarrollo de los jóvenes. En respuesta, desde el gobierno provincial se defendió el programa como una herramienta educativa valiosa y no como una amenaza a la inocencia de los niños.

La polémica en torno a los libros distribuidos por el programa Identidades Bonaerenses pone de manifiesto la tensión entre la libertad de expresión, la educación y la protección de los menores. Mientras que algunos consideran que los libros en cuestión son una oportunidad para abordar temas complejos como la violencia de género y la identidad cultural en la educación secundaria, otros creen que ciertos fragmentos pueden ser inapropiados para la edad de los estudiantes.

La controversia también resalta la necesidad de acompañar la lectura de estos libros con un adecuado marco educativo y pedagógico, que permita a los adolescentes comprender y reflexionar sobre los temas tratados sin caer en interpretaciones erróneas o prematuras.

Lo cierto es que, en medio de la polarización, es importante recordar que la literatura tiene el poder de abrir diálogos, generar conciencia y, en muchos casos, transformar realidades. Para erradicar la violencia, el abuso sexual infantil, es necesario poder reflexionar y visibilizar la realidad. 

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