

“Hoy, cuando la gente dice que lo ve, es más fácil creer en el cambio cuando hay algo concreto, algo que se toca, que se construye. Esta sede es ese algo, y hoy lo estamos viendo.” expresó Mónica Bouyssede, madre de Freddy Marcenac
La inauguración fue un evento emotivo, cargado de historias compartidas, abrazos y sonrisas. Un momento donde se reconoció el esfuerzo colectivo que ha permitido llegar a este punto. Mónica Bouyssede, quien junto a su compañero eterno, Adrián Marcenac, lideran la Asociación, expresó:
"Día especial por celebrar estos 18 años de obra, dónde muchos de ustedes han contribuido enormemente a esta construcción que simboliza todo este trayecto. Desde el proyecto que tuvimos en aquel momento, que no sabíamos bien hacia dónde íbamos, sabíamos que queríamos cambiar las cosas. Armas, violencia... La construcción la hicimos todos, en el tiempo. Lo que no fue estrictamente pensado, pero se pudo construir a esa suma de voluntades compartidas."
A través de un proceso largo y de mucha lucha, la Asociación, que comenzó sin un espacio físico propio, hoy puede celebrar la concreción de este sueño. Un proyecto colectivo que se construyó sobre los cimientos de la memoria, la solidaridad y el compromiso social.
Una sede que habla de esperanza y futuro
"Lo que tiene esta sede es un futuro al que apuesta", agregó Mónica. "En educación es muy difícil ver algo concreto. Insistimos que lo vamos a ver en unos años". Esta sede no es solo un lugar físico, sino un símbolo de esperanza, resiliencia y transformación. Un espacio tangible donde los sueños de un futuro sin violencia empiezan a tomar forma.
En la ceremonia de inauguración se plantó un árbol de Ginkgo Biloba, un símbolo de resistencia y perseverancia, y se realizó el corte de cinta que marcó el inicio de esta nueva etapa. A lo largo del evento, los presentes compartieron vivencias y recuerdos, y disfrutaron de actividades lúdicas, música y una proyección audiovisual que mostró los avances de la Asociación en estos 18 años de lucha por un mundo mejor.
La inauguración también estuvo acompañada por un mosaico colectivo de recuerdos, un recordatorio de que esta obra fue posible gracias a la colaboración de todos, desde los vecinos hasta las instituciones que a lo largo de los años han apoyado este proyecto.
Educación y concientización: El pilar de la Asociación
La Asociación Alfredo Marcenac tiene en su programa educativo uno de sus pilares más sólidos. Más de 2.000 niños, niñas y jóvenes de Necochea, la provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe han participado en talleres orientados a comprender el impacto de la violencia armada y a desarrollar estrategias no violentas para resolver conflictos.
"Es fundamental entender que detrás del uso de las armas de fuego para resolver conflictos subyace una problemática social: la violencia", explicó Mónica Bouyssede. "Nuestra misión siempre ha sido hablar de esta realidad, pero también ofrecer herramientas para construir una sociedad más pacífica".
A lo largo de estos años, la Asociación ha trabajado incansablemente para difundir la importancia del desarme y la resolución pacífica de conflictos. En colaboración con la Red Argentina por el Desarme, la organización ha llevado su mensaje a más de 35 ciudades del país, promoviendo la necesidad de un control más estricto de las armas de fuego y haciendo hincapié en que el uso de las mismas no es la solución para la seguridad ciudadana.
Nueva etapa
El acto de inauguración de la sede, que tuvo lugar en la calle 50 Nº 3346, fue también un momento de agradecimiento para todos aquellos que a lo largo de los años han apoyado la causa. Desde la familia Marcenac hasta los colaboradores, instituciones, organizaciones y la comunidad en general. En un emotivo gesto de comunidad, se proyectó un video que retrató los inicios de la entidad, sus logros y su incansable trabajo en pro de la paz.
En palabras de Mónica: "Este espacio tiene un enorme significado, no solo para nosotros, sino para todos aquellos que, como Freddy, sueñan con un futuro mejor, con un futuro sin violencia, sin armas, con una sociedad más justa, más humana y más empática".
Para cerrar la jornada, se ofreció un brindis con choripanes y hamburguesas, a beneficio de la Asociación, para seguir recaudando fondos que permitan completar el mobiliario y continuar con el arduo trabajo de concientización.
La inauguración de esta sede no solo representa un avance en la lucha contra la violencia, sino también la materialización de un proyecto colectivo que, a pesar del dolor, sigue adelante con la esperanza de un futuro más pacífico. La Asociación Alfredo Marcenac refuerza su compromiso con una sociedad mejor, transformando el dolor en acción y dándole continuidad a una tarea que deja una huella profunda y positiva en la comunidad.