

El incendio se originó en un terreno abandonado, cubierto por pastos altos y restos de poda acumulados. Sin embargo, tras investigar el origen de los residuos, se descubrió que gran parte de la poda provenía de la vivienda lindante, cuyos propietarios habían talado árboles meses atrás, aparentemente con permiso municipal. En lugar de gestionar la recolección de los restos, estos fueron dejados en la vereda, lo que convirtió el espacio vecino en un peligro latente.
Aunque el fuego afectó solo unos tres metros cuadrados de terreno, el incidente plantea interrogantes sobre las posibles causas. ¿Fue una colilla arrojada, un acto intencional o el resultado de la acumulación irresponsable de residuos? Este episodio resalta un problema de fondo: la falta de control sobre el manejo adecuado de los desechos, especialmente en épocas de calor.
El hecho también pone de manifiesto una preocupación más amplia en Villa del Deportista, un barrio caracterizado por su importante arboleda y su proximidad al parque Miguel Lillo. La zona enfrenta presiones por intereses inmobiliarios y una gestión irregular de tierras, que complican aún más el panorama. Las autoridades locales deben asumir un rol activo en la supervisión del manejo de residuos y garantizar la correcta ejecución de tareas como la poda y recolección.
Desde NdeN Noticias, destacamos la pronta reacción de los trabajadores municipales y hacemos un llamado urgente a la comunidad y a las autoridades para que se tomen medidas preventivas. La protección de nuestros espacios verdes es responsabilidad de todos y requiere un compromiso colectivo para evitar que situaciones como esta se repitan.