

Al realizarle el test de alcoholemia, se constató que el conductor presentaba un nivel de 1.08 gramos de alcohol por litro de sangre, una cifra que supera significativamente el límite permitido por la ley.
Como resultado, se procedió al secuestro del vehículo y el conductor deberá afrontar las consecuencias de sus acciones, que incluyen el incumplimiento de las normas de tránsito y la conducción bajo los efectos del alcohol.
Actuaron en el lugar personal policial, de tránsito y personal de la empresa Grúas Trave.