

Vale destacar que, estos jugadores están rodeados de intriga y lujos, el glamur y la exclusividad forman parte de su vida diaria. Por lo general, los casinos tienen un trato más que especial con este tipo de apostadores. En adelante, más información sobre este interesante tema.
En palabras más precisas, los high rollers son aquellos jugadores de casino que sin escatimar invierten enormes cantidades de dinero. Muchas veces estos enigmáticos apostadores usan sus ganancias para sumarse a negocios empresariales. De hecho, los grandes inversionistas los buscan para tal fin.
Los jugadores de alto nivel de casinos son constantes en sus apuestas, de allí que reciban siempre un trato VIP e invitaciones a eventos exclusivos. Los high rollers suelen preferir las mesas en vivo de blackjack, póquer, baccarat y ruleta tanto por la emoción que producen como por la variedad y los límites de apuestas.
Al apostar, los high rollers marcan la pauta en la industria del casino. Esto en virtud de que sus actividades son sustanciosas dentro del ámbito económico —las cifras de las apuestas suelen ser de más de siete dígitos—. Por ende, el accionar de los jugadores de alto nivel ejerce de manera directa influencia en la promoción del casino y en la gestión de las finanzas del mismo.
Tal llega a ser la autoridad de la participación de este tipo de apostadores en los casinos que solo ellos —siendo apenas menos de un 5% del total de usuarios—generan más del 80% de las ganancias para beneficio de la casa. Ahora bien, esto tiene otro lado que no resulta tan bueno para los portales, y es la posibilidad de que los high rollers ganen grandes botes lo cual puede desestabilizar las arcas de cualquier casino.
Con base en esto último, los casinos procuran que estos clientes VIP siempre estén contentos, de manera tal que, si llega a darse una mega ganancia, el usuario permanezca como cliente fiel y siga invirtiendo en el mismo portal.
Sí, los high rollers o jugadores de alto nivel también impactan a los desarrolladores de software en la creación de los juegos. Obviamente, al saber de sus desorbitantes apuestas, los proveedores se encargan de diseñar títulos complacientes y personalizados. Esto sin dejar de lado los límites de apuestas desde miles hasta millones de dólares y una atención extraordinaria por parte de los crupieres.
En el caso de las tragamonedas en línea entre las más recomendadas para los grandes apostadores están Lord of the Ocean, Highway to Hell, Vikings Unleashed Megaways y Dog House Megaways.
Como en todo, los casinos que tienen jugadores de alto nivel se exponen a ciertos riesgos. La mayoría de ellos —como ya se mencionó— están inclinados hacia las finanzas, puesto que al casino le toca desembolsar grandes sumas de dinero para pagar a estos apostadores. Por tal motivo, no pueden dejar de tener promociones que atraigan a más usuarios al casino, pero sobre todo que se mantengan leales.
Otro aspecto inminente es el hecho de que muchas veces se dificulta controlar el impulso de estos jugadores para continuar apostando. Entonces, al casino le corresponde esforzarse aún más en brindar un entorno más responsable, bajo condiciones claras que especifiquen los límites de las pérdidas, e incluso acompañamiento especial que lleve a la autoexclusión.
Finalmente, se puede decir que el mercado iGaming y los casinos en sí dependen mucho de los jugadores high rollers, ya que estos se posicionan en un nivel de élite. Al mismo tiempo, este segmento de usuarios produce entradas comerciales que dan mayor visibilidad al sitio de apuestas. Por supuesto, el Estado se ocupa de crear leyes que regulen la actividad para mayor seguridad y administración de las ganancias en pro del desarrollo ciudadano.
Además, no todos los usuarios de casino son candidatos para high rollers. El perfil que se requiere está basado en la experiencia en el juego, pero sobre todo en la posesión de grandes cantidades de dinero para apostar y en el deseo de hacerlo. Asimismo, su carácter debe estar dotado de temple para cuando los resultados no sean los esperados, después de todo, el azar no deja de estar.