

Durante la visita, se habían detectado irregularidades graves en el establecimiento, como salidas de emergencia bloqueadas, matafuegos vencidos y otras condiciones de seguridad inadecuadas. Sin embargo, la intervención fue cancelada cuando Abatecola llegó a las instalaciones y cerró el paso a los inspectores, impidiendo que el Sindicato y las autoridades pudieran verificar la situación.
Blender, conocido por emitir programas como Desayuno Intermitente, Escucho Ofertas y Hay Algo Ahí, ha sido objeto de denuncias frecuentes relacionadas con la precarización laboral. A pesar de que el SATSAID lleva más de un año y medio reclamando que el canal regularice la situación de sus trabajadores y los incluya en el Convenio Colectivo de Trabajo 634/11, hasta el momento no se ha logrado una respuesta satisfactoria por parte de la empresa. En este contexto, los trabajadores siguen desempeñando sus funciones sin contrato formal, sin garantías de derechos laborales básicos y con bajos salarios.
El gremio ha denunciado que en muchas ocasiones los empleados de Blender son contratados como monotributistas, lo que los deja fuera de la protección que brinda el convenio colectivo y los expone a una mayor vulnerabilidad en sus condiciones de trabajo.
Este panorama no es exclusivo de Blender. En la industria de los medios digitales, muchos trabajadores enfrentan situaciones similares, donde la falta de regulación es una constante. En este contexto, los medios digitales de la región a menudo operan sin respetar las normativas laborales, y los trabajadores se ven obligados a aceptar condiciones precarias debido a la escasez de oportunidades laborales en el sector.
Blender, que forma parte de CaleGroup, un holding de inversión argentino que también posee el canal Carajo (un medio afín a LLA), sigue generando controversia en el sector de los medios digitales. A pesar de la creciente denuncia de precarización laboral, la falta de sanciones y la opacidad en la gestión de estos canales muestran la falta de control por parte de las autoridades laborales, tanto locales como nacionales.
En Necochea, los trabajadores de los medios digitales viven una realidad similar. Si bien muchos consideran que estos trabajos son su único ingreso, las posibilidades son escasas y las condiciones laborales son muy bajas. Los empresarios, por su parte, siguen generando ganancias mientras los trabajadores subsisten con contratos precarios, a menudo sin registrar. La falta de regulación en estos medios es un tema que preocupa, ya que, en ocasiones, los arreglos con el poder de turno permiten que el Estado termine financiando estructuras de medios oficialistas sin que se garantice una verdadera mejora en las condiciones laborales.