

La marcha comenzó en la Defensoría de 87 y 6, donde los participantes, en su mayoría mujeres, se congregaron con pancartas y consignas como “Ni uno más”, “No al maltrato animal” y “Los animales sienten”. Desde allí, marcharon hasta la Fiscalía de Avenida 75, lugar donde se encuentra radicada la denuncia por el asesinato de Hércules.
El principal reclamo de los manifestantes fue la aplicación efectiva de la Ley Conan, que establece penas severas para quienes maltraten a los animales. "Este tipo de hechos no pueden quedar impunes. Exigimos que se tomen medidas más contundentes para proteger a los animales y que los responsables enfrenten la justicia", expresó una de las organizadoras de la movilización.
Laura Bagnato, la dueña de Hércules, encabezó la protesta visiblemente afectada por la pérdida de su mascota, pero decidida a luchar por justicia. La marcha fue organizada por Sabrina Larulié, una chef local, quien se encargó de la difusión y convocatoria. Ambas estuvieron acompañadas de otros ciudadanos comprometidos con la causa, que alzaron sus voces para pedir un cambio real en la forma en que se protegen a los animales en la comunidad.
La movilización no solo buscó justicia para Hércules, sino que también puso en evidencia la necesidad de un compromiso más firme por parte de las autoridades para evitar que estos actos de violencia sigan ocurriendo. "Este no puede ser un caso aislado. Necesitamos que las autoridades actúen con rapidez y seriedad", comentaron los manifestantes mientras marchaban.
El reclamo por el fin del maltrato animal sigue siendo una cuestión urgente para muchos, y esta marcha se ha sumado a una creciente ola de conciencia sobre la importancia de tratar con dignidad y respeto a todos los seres vivos.