

El presidente Javier Milei lanzó este lunes una advertencia directa al sector agropecuario al confirmar el final del esquema transitorio de retenciones reducidas. A partir de julio, los derechos de exportación volverán a incrementarse para productos clave como la soja, el trigo y el maíz, por lo que el mandatario instó a los exportadores a liquidar divisas antes del vencimiento del beneficio.
“Apúrense a liquidar”, expresó Milei, al recordar que el alivio fiscal vigente tiene fecha de caducidad: “A las exportaciones tradicionales se las hemos bajado, vuelven en junio. Dijimos que eran transitorias, así que si el campo tiene que liquidar, que lo hagan ahora porque en junio vuelven las retenciones”, sostuvo.
El esquema de reducción de retenciones se implementó a fines de enero para incentivar la entrada de dólares en un contexto de fuerte apreciación del peso. Sin embargo, el propio gobierno anticipó que la medida era temporal, y ya confirmó su finalización el 30 de junio.
A partir de julio, las retenciones volverán a los niveles previos, con incrementos que oscilan entre 2 y 7 puntos porcentuales:
Soja: del 26% al 33%
Derivados de soja: del 24,5% al 31%
Trigo, maíz, cebada y sorgo: del 9,5% al 12%
Girasol: del 5,5% al 7%
La advertencia presidencial busca acelerar la liquidación de divisas del campo, que en las últimas semanas desaceleró el ritmo de ventas ante una brecha cambiaria en alza y el fin de beneficios paralelos, como el dólar blend.
El mensaje de Milei llega en un contexto de ajuste monetario y eliminación de beneficios transitorios. A través del decreto 269/2025, el Gobierno eliminó recientemente el régimen del dólar blend, que permitía a los exportadores liquidar una parte al tipo de cambio oficial y otra al financiero (MEP).
La administración argumentó que ya no se verifican los “desequilibrios macroeconómicos” que justificaban ese régimen. Sin embargo, la medida generó tensión entre exportadores y sumó presión sobre el mercado oficial.
Durante la campaña presidencial, Milei había calificado a las retenciones como un “robo del Estado” al productor. Sin embargo, en la práctica, las mantiene como herramienta recaudatoria clave y hasta advierte sobre su regreso pleno.
La política hacia el campo se transforma así en una pieza central de su estrategia económica: contener la brecha cambiaria, sostener las reservas y mantener el equilibrio fiscal, incluso a costa de tensiones con un sector al que había prometido desregulación total.