viernes 25 de abril de 2025 - Edición Nº3127

Política | 21 abr 2025

Finalmente murió sin volver a su país

¿Por qué el Papa Francisco nunca volvió a Argentina? Las razones detrás de su ausencia

Aunque recorrió 66 países y fue el primer Papa latinoamericano, Francisco nunca volvió a su tierra natal. Entre la grieta política, su misión universal y viajes frustrados, el argentino más influyente del siglo dejó una incógnita que aún resuena: ¿por qué nunca regresó a la Argentina?


La figura del Papa Francisco, elegido en 2013 como el primer pontífice no europeo de la historia de la Iglesia Católica, ha sido motivo de admiración y debate. Sin embargo, una pregunta persiste entre los argentinos: ¿por qué nunca regresó a su país natal durante su papado? Aunque hubo varios intentos y deseos de regreso, las razones detrás de su decisión son multifacéticas, políticas, religiosas y personales.

Francisco y su vínculo con la doctrina social de la Iglesia

Uno de los aspectos fundamentales de la relación entre el Papa Francisco y Argentina es su conexión con la doctrina social de la Iglesia, que se basa en principios como la justicia social, el bien común y la solidaridad. Estos conceptos, profundamente arraigados en el pensamiento del peronismo y en la propia espiritualidad de Francisco, son esenciales para entender por qué el Papa nunca se sintió del todo “argentino” después de asumir el pontificado.

Según Javier Vera, activista y amigo cercano de Francisco, “la doctrina del peronismo tiene raíces profundas en la doctrina social de la Iglesia, especialmente en temas como la justicia social”. Vera, quien conoce de cerca al Papa, sostiene que la relación con Argentina no es solo una cuestión de sentimientos, sino también una cuestión de principios. El Papa, además, siempre resaltó que su misión era global: “ya no soy solo argentino, soy Papa del mundo”.

“El Papa no podía ser un Papa de un solo país”, menciona Vera en sus declaraciones. La postura de Francisco fue siempre la de priorizar la unidad global, especialmente en momentos de crisis en diversas partes del mundo.

Detractores y seguidores: opiniones divididas en Argentina

La figura del Papa Francisco siempre fue vista con distintos ojos en Argentina. Si bien muchos sectores de la sociedad lo valoraron por su humildad y compromiso con los más necesitados, otros lo criticaron fuertemente.

La desilusión de muchos argentinos con el Papa trascendió cuestiones religiosas o ideológicas. Incluso con un tema que había generado polémica cuando asumió: los cuestionamientos sobre su actuación durante el último régimen militar argentino (1976-1983), cuando era superior de la congregación jesuita en ese país. Un informe del diario Página 12 había asegurado que en 1976 Bergoglio retiró su protección a dos sacerdotes de su orden que realizaban tareas sociales en barrios marginales. Los religiosos fueron secuestrados por los militares que los detuvieron de forma clandestina durante cinco meses, antes de liberarlos.

"Hice lo que pude con la edad que tenía y las pocas relaciones con las que contaba, para abogar por personas secuestradas", aseguró sobre la controversia Bergoglio en la biografía "El jesuita", de 2010.

En la actualidad el diputado libertario José Luis Espert se mostró crítico de la postura del Papa, acusándolo de “cultor del pobrismo” y de estar cómodo con la pobreza en Argentina. Espert lo acusó de tener una visión del país “miserable” y de no comprender la verdadera situación económica. A este punto, Vera responde: “No se trata de ser cómodo con la pobreza, sino de buscar la justicia para que no haya miseria”.

En contraste, figuras como Toty Flores, dirigente social, destacaron la figura del Papa como un modelo de humildad y justicia social. En sus redes sociales, Flores escribió: “El Papa Francisco ha sido un ejemplo de humildad, compromiso y justicia social, recordando la importancia de la solidaridad y el respeto. El mundo necesita más voces como la suya”.

El Papa Francisco, el líder global

Desde el primer día de su pontificado, Francisco dejó claro que su liderazgo no se limitaba a Argentina. "Yo soy el Papa del mundo, no solo de mi país", dijo en varias entrevistas. Su enfoque fue siempre el de reforzar su mensaje global, sobre todo en países donde la Iglesia enfrentaba grandes desafíos.

Flavio Buccino, director de la Comisión de Educación de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, subraya que Francisco fue el único Papa de la historia que no regresó a su tierra natal tras asumir el papado. La razón principal, según él, radica en que el Papa nunca quiso mostrar una preferencia por su patria, a diferencia de otros papas como Juan Pablo II, que integró a muchos polacos en la Curia Vaticana.

Francisco, siempre con un enfoque universal, reafirmó este punto en su último discurso oficial sobre el tema: “He vivido 76 años en Argentina. Ahora soy el Papa de todos, no solo de los argentinos”.

Intentos fallidos de visita a Argentina

A pesar de su postura global, Francisco sí manifestó su deseo de regresar a Argentina varias veces. En varias ocasiones, se habló de visitas pastorales a diferentes provincias, sobre todo a zonas del interior, como Santiago del Estero, Salta y Luján. En 2020, por ejemplo, se planteó una posible visita con motivo del quincentenario de la primera misa celebrada en territorio argentino, en Puerto San Julián, Santa Cruz, en 1520.

En una entrevista, Vera explicó que Francisco había querido visitar lugares con gran simbolismo para los argentinos, como el santuario de la Virgen de Luján y el corazón de las comunidades originarias del norte argentino. “Lo vi planificar visitas a Santiago del Estero, Luján, y Quilmes, pero nunca se dio por diversas razones”, señaló Vera.

Sin embargo, los intentos de regreso siempre se vieron frustrados por diversos factores. En 2023, Vera sugirió que Francisco estaba esperando que “todos los sectores políticos y sociales del país se alinearan” para que su visita fuera un éxito. “El Papa esperaba unidad en el país, algo que nunca se logró”, explicó.

El viaje que nunca ocurrió: el plan de 2024

En 2024, las conversaciones sobre una posible visita se intensificaron. Se mencionaron destinos como Santiago del Estero y Luján, lugares con un fuerte componente religioso y cultural. Sin embargo, debido a problemas de salud y a “condiciones no resueltas”, el Papa nunca concretó el viaje.

“Las condiciones que pedía el Papa no eran solo logísticas, sino también políticas y sociales. Él necesitaba ver unidad dentro del país”, comentó Vera. En varias entrevistas, el Papa dejó claro que “si voy a Argentina, será cuando el pueblo y sus líderes realmente estén unidos”, un desafío que nunca se concretó durante su pontificado.

Desde el 2013 cuando fue electo, el Papa se entrevistó con todos los presidentes argentinos en ejercicio. Fueron en total trece encuentros. Siete de ellos con Cristina Fernández de Kirchner, dos con Mauricio Macri, dos con Alberto Fernández y los dos últimos con Javier Milei. Cada una de estas reuniones tuvo ribetes y circunstancias particulares, pero sin duda fueron también gestos de acercamiento al país.

Francisco más allá de las fronteras argentinas

El Papa Francisco se convirtió en un líder global cuyo mensaje trascendió las fronteras de Argentina. Aunque su ausencia física fue un tema recurrente, su impacto y legado en el país natal fue indiscutible. “Argentina me sigue en el corazón, pero mi misión es universal”, solía decir Francisco, reafirmando su compromiso con una Iglesia global y preocupada por los más necesitados.

La figura de Francisco, con sus valores de justicia social, paz y solidaridad, dejó una marca en el mundo, y aunque nunca regresó a Argentina, su influencia sigue viva. Como Jorge Ignacio García Cuerva, actual arzobispo de Buenos Aires, señaló: “Bergoglio nunca fue solo el Papa de Argentina, sino el Papa de todos”.

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