viernes 25 de abril de 2025 - Edición Nº3127

Policiales | 22 abr 2025

DEL HORROR AL CINISMO

“Me quieren matar”: el asesino de Magalí Vera ahora se victimiza desde Batán

Imputado por femicidio, Javier Cerfoglio busca refugio en un pabellón evangélico. La familia de la víctima responde: “Queremos justicia, no venganza”.


Javier Cerfoglio, detenido por el femicidio de su esposa Magalí Vera en Necochea, continúa su campaña de hostigamiento hacia la familia de la víctima. En una serie de cartas enviadas desde su prisión en el penal de Batán, el femicida, quien el pasado 1° de diciembre de 2024 asesinó brutalmente a Magalí, ha asegurado que los padres de la víctima están “ofreciendo dinero para atentar contra su vida”. Además, denunció que los hermanos de Magalí y un ex compañero de trabajo también estarían implicados en el supuesto plan para matarlo.

La escalofriante acusación, que parece buscar revictimizar a los familiares de la mujer asesinada, ha dejado perplejos a quienes conocían la historia. En sus cartas, Cerfoglio no solo se declara víctima, sino que amenaza a los familiares de Magalí, diciendo:

“Si me pasa algo, hago responsable específicamente a la familia Vera”.

La brutalidad del femicidio

El femicidio ocurrió después de una fiesta de casamiento en Necochea. La madrugada del 1° de diciembre, Magalí Vera (34) y su esposo Javier Cerfoglio (39) tuvieron una discusión durante el evento. La situación se descontroló cuando él la golpeó violentamente en plena calle y luego la arrojó al Río Quequén desde su vehículo, dejándola morir ahogada. La tragedia fue captada por las cámaras de seguridad y confirmada por la autopsia, que indicó que la causa de la muerte fue la asfixia por sumersión, aunque también presentaba golpes compatibles con violencia de género.

La denuncia de Cerfoglio: un cinismo escalofriante

Desde que fue detenido y trasladado al penal de Batán, Cerfoglio ha mostrado un comportamiento que mezcla el cinismo con la mentira, al acusar a los familiares de Magalí de querer matarlo. En su última carta, enviada en los últimos días, Cerfoglio escribió:

“Nunca pensé que este asesino nos haría tanto daño. Después de consumar la aberración, sigue y sigue, haciéndonos tremendo daño. Espero no solo la justicia del hombre, sino también la justicia divina. Quiero verlo pudrirse en la cárcel y que arda en el infierno”, expresa Felipe “Tito” Vera, padre de Magalí, quien sigue esperando justicia tras la muerte de su hija.

Un relato desgarrador desde el corazón de Necochea

Magalí Vera, madre de un hijo de 12 años, había comenzado una nueva etapa en su vida al dedicarse a la repostería, abandonando su empleo en la municipalidad. Pero, en lugar de apoyar su crecimiento, Cerfoglio la menospreciaba, algo que se acentuó en los últimos meses de su vida. Stella Maris Castro, madre de Magalí, recuerda cómo su hija le confió en más de una ocasión que no soportaba a su esposo:

“Magui me dijo: ‘No lo soporto’”.

La noche de la fiesta, Cerfoglio mostró un comportamiento extraño. De acuerdo con los testigos, el hombre estaba fuera de control:

“Cuando estábamos nosotros, era un señorito, muy educado. Pero ahí estaba enajenado, nunca lo vi así en mi vida, bailaba sacado”, recuerda Stella Maris, su suegra.

En la madrugada, tras el último altercado de la noche, Magalí se despidió de su madre antes de salir con su esposo. En sus palabras:

“Me tiene las pelotas llenas”, y prometió: “Mañana te cuento, es una pavada”.

Lo que ocurrió después fue aún más devastador. En medio de la lluvia, Magalí y Javier se subieron al Honda Fit rojo que terminó cayendo al río. Al principio, Cerfoglio intentó dar una versión de un accidente, pero pronto las pruebas demostraron lo contrario.

“Ella me agarró el volante. Mire, abuela, cómo me golpeé, tengo un tajo acá”, fue su explicación, a la que sus suegros no le dieron crédito.

Horas después, el cuerpo de Magalí fue encontrado debajo del muelle del club Necopesca. Stella, al verla, no pudo contener el dolor:

“No sabés lo que era. Tenía los dos ojos negros, la nariz despegada, el cuero cabelludo estaba levantado, tenía un tajo acá (se señala arriba de la ceja). Ahí recién entendimos que eso no era un accidente de un auto”.

Justicia para Magalí: la causa judicial

El fiscal Marcos Bendersky, a cargo de la UFI N° 10, sumó agravantes por ensañamiento y alevosía al femicidio, lo que fortalece la acusación contra Cerfoglio. Además, el hombre enfrenta una segura condena a perpetua. Intentó conseguir el arresto domiciliario alegando que debía cuidar a su hijo, pero la solicitud fue rechazada.

“Yo no pago un peso para que lo maten, lo que quiero es verlo cuando le den perpetua”, afirma Stella Maris, madre de Magalí.

Reflexión final: el dolor de una familia

El caso de Magalí Vera sigue golpeando a la comunidad de Necochea, que reclama justicia mientras enfrenta la insostenible realidad de un crimen que jamás debió ocurrir. El padre de Magalí, aún en shock, reflexionó sobre su incapacidad de haber notado las señales del peligro en Cerfoglio:

“Yo cuidándome de afuera y al monstruo lo tuve 14 años ahí sentado. Lo que es el destino, o no sé qué. ¿Cómo no me di cuenta?”.

El recuerdo de Magalí, una mujer valiente y trabajadora, sigue vivo en el corazón de quienes la conocieron. Ahora, su familia lucha por obtener la justicia que ella nunca alcanzó.

LA CHARLA COMPLETA

Noticia elaborada con el contenido originalmente redactado por Esteban Mikkelsen Jensen para Clarín

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