

Esta tasa, diseñada para financiar el mantenimiento, conservación y mejora de las arterias locales, tiene como principal objetivo equilibrar las cargas económicas. Desde el municipio sostienen que las terminales, que generan un considerable deterioro en la infraestructura vial debido al tránsito constante de camiones de alto tonelaje, deben contribuir con el costo de los servicios que han sido históricamente sufragados por los vecinos.
Según las autoridades locales, desde el 1º de enero de 2017 hasta marzo de 2025, más de 1.8 millones de camiones transitaron por las calles de Necochea y Quequén con destino a las terminales portuarias. Este tráfico ha provocado un desgaste significativo de la infraestructura vial, lo que obliga a la municipalidad a tomar medidas para garantizar que las empresas responsables contribuyan al mantenimiento de la red vial que utilizan diariamente.
Sin embargo, algunas de las principales empresas del sector, como Terminal Quequén S.A. y Pier Doce S.A., han rechazado la medida, argumentando que no reciben un servicio municipal directo y que no se justifica el pago de la tasa. Ante esta postura, la municipalidad ha decidido aplicar sanciones y llevar adelante acciones administrativas, como la inscripción de oficio de las empresas en el registro de contribuyentes y la apertura de sumarios fiscales para determinar los montos adeudados.
Desde el municipio afirman que la medida está respaldada por la normativa vigente y que se enmarca en los principios de justicia tributaria, buscando una distribución equitativa de las cargas. Además, subrayan que el impacto de la actividad portuaria en las calles locales es evidente y que los fondos recaudados beneficiarán directamente a todos los vecinos del partido de Necochea, mejorando la calidad de vida y la infraestructura del distrito.
Por otro lado, fuentes cercanas a las terminales han indicado que no descartan la posibilidad de recurrir a instancias judiciales para revisar la legalidad de la tasa, lo que podría prolongar el conflicto y generar incertidumbre sobre su aplicación definitiva.