

Caída de nacimientos y envejecimiento de la población
Uno de los aspectos más preocupantes del informe es la fuerte caída en la tasa de natalidad. Desde 2014, la tasa de nacimientos en Argentina ha disminuido un 40%, una de las reducciones más abruptas de América Latina. El informe destaca que la edad promedio de las madres ha aumentado a los 30-34 años, y la fecundidad entre las mujeres jóvenes ha disminuido notablemente. La tasa de hijos por mujer se ubica en 1,4 a nivel nacional, con cifras aún más bajas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde apenas alcanza los 0,9.
"La edad promedio de las madres se desplazó hacia los 30-34 años, mientras que la fecundidad entre las mujeres jóvenes se redujo drásticamente", señala el informe.
El envejecimiento de la población es otro factor crítico. El índice de envejecimiento de la población ha aumentado de 29 en 1991 a 60,55 en 2025. Además, la proporción de personas mayores de 85 años ha crecido, con una feminización del fenómeno. Actualmente, hay 228 mujeres por cada 100 varones en este grupo etario.
Crecimiento de los hogares unipersonales
Otro dato alarmante es el aumento de los hogares unipersonales. En 1991, solo el 13% de los hogares en Argentina eran de una sola persona, cifra que ha aumentado al 25% en la actualidad. Entre 2010 y 2022, el número de hogares creció un 31%, mientras que la población aumentó solo un 15%. Este fenómeno indica que cada vez más personas optan por vivir solas, lo que tiene implicaciones tanto económicas como sociales.
"En 1991, solo el 13% de los hogares eran de una sola persona. Hoy representan el 25%", subraya el estudio.
Pobreza infantil: una realidad cada vez más presente
El informe también destaca el alarmante aumento de la pobreza infantil en Argentina. "La pobreza en Argentina tiene cara de niño", señala el estudio, que revela que en 2024, el 60% de los pobres del país tiene menos de 30 años. El 52% de los niños menores de 14 años vive en condiciones de pobreza, y el 12% se encuentra en situación de indigencia. Aunque los índices han mejorado desde 2020, aún se mantienen por debajo de los niveles de 2016, lo que refleja una crisis persistente en el bienestar infantil.
Llamado a la acción
Las autoras del informe hacen un llamado urgente a revisar las políticas públicas en el país, destacando que los cambios sociales en las estructuras familiares no son un fenómeno aislado, sino una señal clara que debe ser abordada por el Estado, las empresas y la sociedad. "Repensar las políticas familiares que integren aspectos de población, educación, vivienda, salud, cuidado y empleo con base en esta nueva realidad es fundamental para garantizar un futuro más justo y equitativo para todos", concluyen las autoras.
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