

La decisión fue tomada durante una reunión del máximo órgano de gobierno de la universidad, conformado por representantes de docentes, estudiantes, graduados y no docentes. El debate se centró en la evaluación académica presentada por el Consejo Superior a fines de abril, que respaldó la transformación.
“Este paso representa un salto de calidad institucional, y la Facultad de Medicina podrá gestionar de manera más autónoma su presupuesto y recursos, lo que favorecerá el desarrollo de la carrera y la calidad de la enseñanza”, afirmó Adrián Alasino, director de la Escuela de Medicina, quien celebró la histórica aprobación. La elección de las nuevas autoridades, incluido el primer decano de la Facultad, se realizará durante este año.
Desde su creación en 2016, la Escuela de Medicina de la UNMdP se ha consolidado como una de las opciones educativas más demandadas de la región, con más de 1.200 inscriptos este año. Un 10% de los estudiantes provienen de países vecinos, principalmente de Brasil, lo que demuestra el interés que genera la formación médica en la ciudad.
El perfil académico de la escuela se caracteriza por su innovación y su enfoque en la adaptación a los nuevos desafíos de la salud pública, especialmente en lo que respecta a las enfermedades crónicas, que representan un desafío creciente para los sistemas de salud. “Argentina necesita un enfoque renovado para formar médicos que comprendan los cambios sociales y de salud que estamos experimentando. Es por eso que la Facultad de Medicina de la UNMdP se ha enfocado en preparar a sus estudiantes para estos nuevos tiempos”, destacó Alasino.
La transformación de la Escuela en Facultad no solo marca un cambio administrativo, sino también una revalorización del papel que juega la educación pública en la formación de profesionales de la salud. Con el nuevo estatus, la Facultad podrá tomar decisiones de manera independiente, lo que permitirá una gestión más ágil y eficiente, enfocada en la calidad educativa y en la investigación científica aplicada a la salud.
Además, el hecho de que la facultad tenga un presupuesto propio le permitirá acelerar los proyectos académicos y de infraestructura, necesarios para seguir creciendo. La comunidad académica y estudiantil celebró la medida, reconociendo el esfuerzo de todos los que impulsaron este proceso a lo largo de los años.