

El presidente Javier Milei celebró el dato positivo de la inflación de abril, señalando en sus redes sociales: “VAMOS TOTO…!!!”, haciendo referencia al ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, y resaltando que, a pesar de los augurios de una inflación más alta, el dato fue de 2,8%. Además, en tono desafiante, Milei arremetió contra sectores de la prensa: “Les recuerdo que varios sicarios con micrófonos y econochantas decían que la tasa de inflación del mes de abril saltaría a niveles del 5% al 7%. El dato: 2,8%. A los que tengan ganas de divertirse les propongo que vayan y armen el archivo de mandriles. CIAO!”
VAMOS TOTO...!!!
— Javier Milei (@JMilei) May 14, 2025
Les recuerdo que varios sicarios con micrófonos y econochantas decían que la tasa de inflación del mes de abril saltaría a niveles del 5% al 7%... El dato: 2,8%.
A los que tengan ganas de divertirse les propongo que vayan y armen el archivo de mandriles.
CIAO! https://t.co/8SvWa6TtN5
A pesar de la desaceleración general, los alimentos y bebidas no alcohólicas siguen siendo uno de los principales motores de la inflación. En abril, este rubro registró una suba del 2,9% mensual, con productos clave como las carnes, los lácteos, los huevos y los productos de panadería, que marcaron los mayores aumentos. En el Gran Buenos Aires, por ejemplo, el precio de la carne picada común subió un 5%, la leche en sachet un 3,4%, y los huevos un 12,5%. Estos incrementos continúan afectando principalmente a los sectores más vulnerables, que destinan una mayor parte de su presupuesto a la compra de alimentos básicos.
Los sectores más impactados por la inflación fueron restaurantes y hoteles (4,1%) y recreación y cultura (4,0%), debido a los aumentos en servicios vinculados al ocio y comidas fuera del hogar. En contraposición, los rubros con menores aumentos fueron transporte (1,7%) y equipamiento y mantenimiento del hogar (0,9%).
Por otra parte, el Índice de Precios al Consumidor Núcleo, que excluye precios regulados y estacionales, experimentó una suba del 3,2%, lo que refleja que la inflación estructural continúa en niveles elevados, más allá de las medidas tomadas para controlar los aumentos de precios regulados.
En conclusión, aunque la inflación de abril muestra signos de desaceleración, los alimentos continúan siendo una carga significativa para los hogares, lo que mantiene el desafío económico para el gobierno y la sociedad.