domingo 25 de mayo de 2025 - Edición Nº3157

Política | 22 may 2025

DERECHOS HUMANOS

Brutal represión a jubilados frente al Congreso: Gas pimienta, heridos y detenidos en una marcha clave

La protesta de jubilados en demanda de mejoras salariales terminó este miércoles en un violento enfrentamiento con la Policía Federal, Gendarmería y PSA. Efectivos dispersaron la manifestación con gas pimienta, palos y golpes, dejando un saldo de 82 heridos y 4 detenidos, incluyendo trabajadores de prensa, en una jornada de fuerte tensión.


Una nueva marcha de jubilados frente al Congreso Nacional, en reclamo de un aumento de sus haberes, terminó este miércoles en violentos incidentes y represión por parte de las fuerzas de seguridad. Efectivos de la Policía Federal, Gendarmería y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) utilizaron gas pimienta, palos y golpes contra los manifestantes, dejando un saldo de 82 heridos y 4 detenidos, entre ellos periodistas.

 

Los hechos se produjeron luego de que fracasara, por falta de quórum en la Cámara de Diputados, el tratamiento de un proyecto de incremento y bono para los haberes jubilatorios.

 

Un operativo desmedido y la presencia de todas las fuerzas

El operativo, que comenzó cerca de las tres de la tarde, contó con un amplio despliegue de efectivos que incluyó a la Federal, Prefectura, Gendarmería y PSA. Las fuerzas colocaron un vallado impidiendo el paso de los manifestantes sobre la Plaza del Congreso y los rodearon, generando corridas y el uso de gas pimienta que afectó directamente a los adultos mayores.

"Represores hijos de pu**", fue uno de los gritos que se escuchaban de los jubilados, quienes, pese a tener sus rostros afectados por los gases, redoblaron la protesta. La diputada de Unión por la Patria, Natalia Zaracho, presente en el lugar, criticó: “Prefieren gastar mucha plata en estos operativos que son carísimos en vez de sentarse con el sector que está siendo golpeado a ver cómo pueden ayudar”.

Múltiples heridos, periodistas afectados y una polémica amenaza

Según registros de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), el saldo de la represión fue de 82 personas heridas, la mayoría con quemaduras en el rostro. Una manifestante debió ser hospitalizada con un corte en la cabeza por un golpe de un efectivo de Prefectura. También fue atacado Guillermo Lorusso, sobreviviente de la última dictadura militar y fundador de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos.

La prensa volvió a ser blanco de los ataques: los trabajadores de La Nación+ Pablo Corso y Diego Pérez Mendoza resultaron heridos, y a la cronista Lula González, de El Destape, la gasearon y golpearon en la cabeza. Además, fueron detenidos los fotógrafos Javier Iglesias y Tomás Cuesta (este último de la agencia AFP, luego liberado). A la reportera gráfica Mariana Nadelcu le rompieron su cámara.

Horas antes de la movilización, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, había publicado en su cuenta de X (ex Twitter) una controvertida advertencia sobre supuestos "grupos anarquistas" y el "movimiento Antifa" que "amenazan con venir a pegarle a la policía", lo que fue interpretado por muchos como una justificación previa a la represión.

 

Denuncia desde la fe: "Contrario al propósito de Dios"

En la previa del operativo, se realizó una misa ecuménica frente al Congreso, donde referentes de iglesias católicas y evangélicas denunciaron la violencia institucional y el "ataque sistemático" del gobierno de Javier Milei a los adultos mayores.

El padre Paco Olveira, quien ya había sido golpeado en marchas anteriores, expresó: “No puede ser que se siga atacando cada semana a las y los jubilados que están llevando adelante un reclamo justo”. Por su parte, Eduardo de la Serna, de Curas de Opción por los Pobres, criticó a quienes "no votaron a favor de los jubilados" y señaló que "el problema no es la voz sino es el dinero que te tapa las orejas y te endurece el corazón".

Leonardo Schindler, presidente de la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas, denunció la violencia: “No solamente con un ajuste brutal que recae sobre sus salarios, con la quita de medicamentos y de tratamientos, sino también con una violencia física que cada miércoles despliega Bullrich. Desde el campo de la fe no nos queda otra que decir que todo esto es contrario al propósito de Dios y a la dignidad de nuestros mayores”. Schindler también aclaró que un sector importante de las iglesias evangélicas "no estamos acompañando este proyecto sino que lo estamos rechazando".

Roberto Cipriano García, director de la CPM, hizo un balance crítico de la represión en las últimas movilizaciones: "El miércoles pasado fueron 100 personas heridas y una semana antes 58. La justicia que no investiga, sectores importantes de la política que no se quiere meter con estos temas y los medios empresariales de comunicación masiva que son condescendientes con el gobierno, generan las condiciones para la reproducción de violencias que degradan y deterioran nuestro sistema democrático", concluyó.

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