

Gabriela Benac, directora de la empresa, explicó el trasfondo de esta decisión: "Percibimos que el consumidor lo único que busca son buenos precios, promociones y ofertas. Por eso, y al ver que el gobierno actual todavía no bajó los impuestos en los productos comestibles, decidimos hacerlo nosotros en beneficio del consumidor".
La campaña "Chau IVA" contempla una reducción impositiva que se aplicará a más de 80 productos propios de la marca a lo largo de los meses. En total, cada mes habrá 8 artículos diferentes con la quita del impuesto.
Para el mes de junio, los productos que los consumidores encontrarán sin el 21% de IVA son: queso Gouda, chorizo colorado, pepinillos, hummus clásico, jugo de manzana, tapas de empanadas y sal parrillera.
Entre la amplia gama de 80 productos que se rotarán mensualmente en la promoción, se incluyen artículos como sardo estacionado (en sus tres presentaciones), paté grass, muzzarella, queso cremoso, dulce de leche, aceitunas verdes en rodajas, panceta ahumada, hummus sésamo y ajo, jugo manzana/verde y ravioles premium, entre otros.
Benac enfatizó que esta iniciativa es una respuesta directa al actual escenario económico. "Estamos en un contexto económico en el que la inflación sigue siendo un tema central para las familias argentinas. A pesar de que los índices de inflación han mostrado señales de desaceleración en los primeros meses del 2025, los precios de muchos productos siguen altos, por eso, queremos darle un respiro a nuestros clientes para que no dejen de consumir lácteos", sostuvo.
La directora de Luz Azul también brindó una perspectiva sobre la complejidad de la cadena de valor: "Cayó mucho el consumo y ya no se puede seguir aumentando los precios. Hay que ser eficientes, bajar los costos y reducir intermediarios". Agregó que "en Argentina tenemos una cadena de valor ineficiente. El costo de la leche del productor a la góndola se triplica porque hay que ir a buscarla al campo, por caminos que no están en condiciones; traerla en un camión cisterna con refrigeración, procesarla, ponerla en un envase tetra cuyo costo es elevado, y de ahí va al distribuidor y de ahí al comercio, e ir pagando salarios e impuestos en cada eslabón".
Luz Azul, que opera desde su propia fábrica en Azul, provincia de Buenos Aires, produce 80 mil litros de leche fluida diaria y procesa más de 50 productos. Su estrategia de venta directa al público a través de sus franquicias, sin pasar por supermercados, les permite un mayor control de costos. "Los supermercados te manejan los precios y los pagos. Pero nosotros tenemos nuestros locales y con eso mantenemos el negocio", señaló Benac, quien destacó las inversiones en tecnificación para aumentar la eficiencia y la decisión de no tocar los precios hace tres meses.
La campaña de Luz Azul también pone de manifiesto la significativa carga impositiva que pesa sobre los alimentos en Argentina. El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) ha estudiado la incidencia de impuestos en productos alimenticios, revelando que la carga tributaria puede alcanzar el 43,9% del valor de la compra de bienes esenciales. Para los productos con un IVA del 21%, como muchos de los que comercializa Luz Azul, la carga tributaria total puede llegar al 41,8%.
Según la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), en abril, los impuestos representaron una parte considerable del precio de alimentos básicos como carne, leche y pan, estimando que por cada 4.000 pesos pagados en estos productos, 1.000 corresponden a impuestos.
Mediante la campaña "Chau IVA", que discrimina el impuesto en los tickets de compra desde abril, Luz Azul busca no solo ofrecer un beneficio directo al consumidor sino también visibilizar el peso de la presión fiscal y su compromiso con la economía familiar en un contexto económico desafiante.