

“Hoy condenan a Cristina, un final anunciado tras años de perversa persecución política, mediática y judicial”, manifestó Kicillof, en un claro rechazo a lo que considera un ataque premeditado contra la ex presidenta. Según el gobernador, esta condena no solo es una injusticia, sino también un nuevo capítulo en la larga historia de “ataques al peronismo” y a quienes, como Cristina, intentaron “transformar la Argentina en favor de las mayorías”.
El gobernador de la provincia de Buenos Aires hizo referencia a las estrategias implementadas durante el gobierno de Macri, acusando al expresidente de haber “montado un sistema de espionaje ilegal”, de haber “armado causas” y de haber “manipulado pruebas” para “perseguir a Cristina, a su familia y a sus exfuncionarios”. Para Kicillof, esto constituyó un claro caso de “lawfare”, donde el objetivo era deslegitimar a Cristina Fernández de Kirchner y, por extensión, al campo popular.
En el mismo sentido, el gobernador también responsabilizó al actual presidente, Javier Milei, por la intensificación del clima de hostigamiento hacia el kirchnerismo y los sectores populares. Según Kicillof, “tanto Macri como Milei desprecian la democracia con la misma intensidad con la que desprecian la dignidad del pueblo”. En su mensaje, hizo hincapié en que “la justicia social es una aberración” para la actual administración, lo que, a su juicio, demuestra un desprecio por los valores democráticos y por las necesidades del pueblo.
A lo largo de su intervención, el gobernador acusó a fiscales y jueces de actuar “con ánimo revanchista, sin el menor apego por la verdad y por la justicia”. Según Kicillof, durante todo el proceso judicial contra Cristina, no hubo una investigación de hechos, sino que se ejecutó un “plan” orquestado para “vengar” a quienes no comparten la visión política del kirchnerismo. A lo largo de su discurso, Kicillof denunció que lo que realmente se busca es “disciplinar a la dirigencia” y garantizar que los “privilegios económicos” de los sectores poderosos continúen intactos.
“Buscan, en realidad, disciplinar a la dirigencia y garantizar privilegios económicos”, señaló Kicillof, para quien la “vendetta” que se lleva a cabo en los tribunales no tiene nada que ver con la justicia, sino con un intento de frenar las voces críticas al modelo económico y político.
El gobernador también resaltó que la democracia queda “profundamente herida” ante este tipo de maniobras, y sostuvo que la “responsabilidad histórica” de quienes se oponen a este tipo de persecuciones es “defenderla”.
“Hoy esa democracia queda profundamente herida. Y nuestra responsabilidad histórica es defenderla”, concluyó Kicillof, en una clara declaración en favor de la justicia y el estado de derecho.
Reacciones a la condena
La condena a Cristina Fernández de Kirchner ha generado una profunda división política en el país. Mientras los sectores kirchneristas y muchos en el peronismo consideran que se trata de una persecución judicial, sectores de la oposición celebran la sentencia, señalando que responde a una serie de hechos de corrupción cometidos durante su mandato.