

Sin embargo, más allá de la euforia oficial, los datos sobre el poder adquisitivo de los argentinos cuentan una historia diferente. Aunque la inflación muestra señales de desaceleración, los salarios no logran recuperar terreno frente al alza general de los precios. De hecho, el poder de compra sigue siendo un tema crítico para una parte significativa de la población.
La inflación más baja en cinco años: ¿un cambio estructural o un respiro temporal?
El 1,5% registrado en mayo es una sorpresa positiva para muchos, sobre todo por la desaceleración en los precios de alimentos y bienes básicos, en particular los productos estacionales. Sin embargo, este dato no refleja una mejora significativa en la vida cotidiana de los argentinos, cuyos salarios siguen por debajo de la inflación acumulada del año. El gobierno de Milei parece haber logrado una estabilidad momentánea, pero las causas estructurales que impulsan la inflación, como el déficit fiscal y la deuda externa, siguen sin resolverse.
A nivel oficial, la Libertad Avanza celebró la noticia como un claro indicio de que la economía va en la dirección correcta. Gabriel Bornoroni, presidente del bloque de La Libertad Avanza en la Cámara de Diputados, destacó que con el 1,5% de inflación mensual, se había superado el umbral del 2%, algo que no ocurría desde hace más de dos años. Otros funcionarios y aliados políticos no dudaron en elogiar la "gestión exitosa" del presidente y su equipo económico, que rápidamente utilizaron el dato como bandera política.
@LuisCaputoAR el mejor ministro de economía de la historia argentina... por lejos...
— Javier Milei (@JMilei) June 12, 2025
VIVA LA LIBERTAD CARAJO pic.twitter.com/rh460ohgn2
Pese a la euforia, los números no son tan favorables cuando se observa el poder adquisitivo de la población. A pesar de que la Canasta Básica Alimentaria (CBA) bajó un 0,4% mensual y la Canasta Básica Total (CBT) avanzó apenas 0,1%, ambos son los índices más bajos desde 2016. Sin embargo, el salario real sigue lejos de recuperar lo perdido en los últimos años debido a la inflación acumulada.
Martín Vauthier, economista de EcoGo, destacó que, aunque los números pueden parecer positivos, los salarios aún no logran acompañar la caída de la inflación. "Los números de mayo son alentadores, pero el verdadero desafío sigue siendo recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores, que sigue en niveles bajos", señaló.
A pesar de la desaceleración general de la inflación, el gobierno enfrenta desafíos en áreas clave de la economía. La inflación núcleo, que excluye los precios de alimentos y otros bienes volátiles, se mantuvo en 2,2%, lo que refleja una desaceleración, pero aún significativa. Además, los precios regulados, como los servicios de telefonía e internet, aumentaron 4,1% en mayo, lo que genera presión sobre los consumidores.
Los sectores estacionales, que habían sido una de las principales causas de la baja inflacionaria en mayo, no garantizan una tendencia sostenida. El riesgo de que los precios de estos productos vuelvan a aumentar, combinado con las políticas de apertura cambiaria y el ajuste fiscal, mantiene la incertidumbre sobre el comportamiento de la inflación en los próximos meses.
Si bien la cifra de 1,5% es un respiro para el gobierno, la cuestión central sigue siendo si este fenómeno será sostenible a largo plazo. El poder adquisitivo sigue siendo una de las grandes asignaturas pendientes del gobierno de Milei, y aunque los precios hayan desacelerado, los salarios continúan rezagados en relación con la inflación.
Con el déficit fiscal y la deuda externa como desafíos persistentes, la pregunta que queda es si el gobierno podrá mantener esta tendencia sin que la economía recupere el terreno perdido por la inflación de los años anteriores.