

En su comunicado, el banco detalló: "El proceso de unificación de puntos de atención y el cierre de sucursales alquiladas están alineados con los objetivos de mayor eficiencia y optimización de recursos. La reorganización también incluirá la transformación de los Centros de Atención PyME Nación, en los cuales se implementará un nuevo modelo en el que el banco visitará a los clientes en lugar de esperar que ellos se desplacen hacia las sucursales."
Además, el BNA destacó la creciente digitalización de sus servicios, con más del 98% de las transacciones ya realizadas de manera digital. "Cada día más productos y servicios a favor de las familias y empresas argentinas se ofrecen de manera electrónica, lo que ha reducido significativamente la necesidad de presencia física en las sucursales", indicó el comunicado.
Sin embargo, estas medidas no han sido recibidas de manera positiva por todos los sectores. En Necochea, el secretario general de la Bancaria, Demian Ledesma, se mostró muy crítico con las decisiones del Banco Nación, especialmente en lo que respecta al cierre de sucursales y la reducción de personal.
Ledesma, en declaraciones a medios locales, señaló: "Hoy hemos recibido la notificación de que el Banco de la Nación Argentina va a empezar a cerrar sucursales que no cuenten con edificios propios. Esto es parte de un proceso más grande de vaciamiento del banco que venimos denunciando desde hace tiempo. Ya se han implementado políticas de retiros anticipados que abarcan a empleados mayores de 50 años en el caso de las mujeres y 53 años en los hombres. Esto ha generado una reducción muy significativa en la capacidad operativa del banco."
El secretario general también alertó sobre el impacto directo que estas medidas tienen sobre las sucursales de Necochea. "Las sucursales de Fernández, La Dulce, Orense y San Cayetano están dentro del listado de sucursales que podrían ser afectadas. La rentabilidad de estas sucursales está siendo constantemente cuestionada por la gerencia del banco."
Ledesma también advirtió que este proceso es parte de un objetivo mucho más grande que está llevando al Banco Nación hacia la privatización: "Este proceso de vaciamiento está directamente relacionado con la privatización del banco, que acabaría con una banca pública dedicada a la inclusión financiera y al fomento de la producción local. Esto solo nos entrega a la voracidad de la banca privada y extranjera."
Finalmente, el líder sindical fue tajante en su condena hacia las políticas del gobierno de Javier Milei: "Esto no es solo una reestructuración. Estamos viendo cómo el gobierno avanza con un plan sistemático para privatizar el banco. Este modelo no beneficia a los trabajadores ni a las pymes; en cambio, deja a las personas más vulnerables en manos de entidades bancarias extranjeras que priorizan el lucro antes que la inclusión."
Por su parte, el Banco Nación continúa defendiendo su enfoque como necesario para mantener su liderazgo en el sistema financiero argentino, con un enfoque especial en la digitalización y la reducción de costos operativos. La situación, sin embargo, sigue generando debate, con sectores sindicales y sociales preocupados por el impacto de estos cambios en la comunidad y en los empleados del banco.