

Damián Di Pace, director de Focus Market, explica que "en un país donde la plata rara vez alcanza y el ingenio para estirar el dinero es parte del ADN nacional, el aguinaldo siempre fue algo más que un ingreso extra: fue una bocanada de aire, una pequeña ilusión de descanso, una escapada, o ese gusto que durante meses quedó en pausa". Sin embargo, en 2025, las circunstancias son diferentes.
A pesar de la estabilidad económica parcial observada en el primer semestre de 2025, el aguinaldo se ha transformado en un salvavidas económico para muchas familias. "La prioridad, esta vez, es llegar a fin de mes", subraya Di Pace, quien apunta que el patrón de consumo ha cambiado profundamente. Mientras en diciembre de 2024 las vacaciones eran el destino principal del aguinaldo, ahora se han desplomado en importancia.
La encuesta realizada por Focus Market, que incluyó 7.500 casos a nivel nacional, también muestra cómo se ha transformado el destino del aguinaldo. El gasto en vacaciones ha disminuido significativamente, cayendo al cuarto lugar en comparación con años previos. En contraste, la necesidad de afrontar deudas y otros gastos cotidianos ha cobrado mayor protagonismo.
"Este comportamiento representa una clara señal de cambio respecto al destino tradicional del aguinaldo", señala Di Pace. A medida que los salarios permanecen estancados y el poder adquisitivo sigue siendo limitado, muchas familias se ven forzadas a usar este ingreso para mantenerse al día con sus obligaciones básicas, dejando de lado el disfrute.
El informe también resalta que, aunque la inflación se ha controlado parcialmente y el dólar se ha mantenido relativamente estable, los salarios no despegan lo suficiente como para brindar a las familias un respiro real. “Este nuevo mapa de decisiones marca un cambio de era. El argentino ya no es solo el que sobrevive al caos con creatividad, sino también el que, en un contexto menos caótico, busca ordenar sus finanzas”, concluye Di Pace.
Con todo esto, el aguinaldo de 2025 se presenta como un recurso estratégico más que como una fuente de disfrute, reflejando la realidad de muchas familias argentinas que aún luchan por mantener su estabilidad financiera en medio de un panorama incierto.