

La medida se suma a una serie de decisiones tomadas por la gestión actual que flexibilizan el acceso a armas de fuego en el país, entre ellas la reducción de la edad mínima para portarlas, que pasó de 21 a 18 años, la implementación de la llamada “tenencia exprés” y la suspensión del Plan Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego.
Desde Necochea, Mónica Bouysséde, madre de Alfredo Marcenac —víctima de violencia armada— y referente de la Red Argentina para el Desarme, expresó profunda preocupación por el rumbo que está tomando el control de armas en Argentina.
“Estamos pidiendo que la gente reaccione ante estas medidas que están tomando, en especial la flexibilización del acceso a fusiles semiautomáticos y la reducción de la edad mínima para portarlas”, advirtió Bouysséde.
La referente recordó la tragedia personal que vivió cuando su hijo fue asesinado por un usuario legal de armas y vinculó esa experiencia con el contexto actual.
“Nosotros estamos entristecidos y muy alarmados porque estas políticas solo promueven una inseguridad colectiva muy importante. Es como la lógica del ciudadano sheriff, donde cada uno debe proveerse su propia seguridad, y la verdad es que las cosas no funcionan así”, afirmó.
Desde la Red Argentina para el Desarme advirtieron que la eliminación de la ANMaC y la disolución del fondo específico para políticas preventivas debilitan las herramientas estatales para controlar y reducir la violencia armada en el país.
“Esta desregulación de hecho del mercado de armas de fuego es la antesala de una sociedad más violenta”, señalaron en un comunicado.
La crítica se extiende también a la modalidad con que se implementan estas medidas, a través de decretos ejecutivos, sin debate parlamentario.
Un retroceso de medio siglo: Milei eliminó por decreto la agencia de control de armas en Argentina
El Gobierno argentino eliminó todas las funciones y objetivos de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC), el organismo encargado del control de armas en el país. La desregulación de hecho del mercado de las armas de fuego es la antesala de una sociedad más violenta.
Con esta decisión, Argentina retrocede al modelo de 1973: un Registro Nacional de Armas (RENAR) pasivo, sin capacidad legal para implementar una política activa de prevención y control de las armas de fuego.
Desde la Red Argentina para el Desarme convocamos a la sociedad civil a rechazar esta agenda fanática extremista y exigirle al Congreso que frene el decreto.
Por su parte, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, justificó la medida asegurando que busca “bajar el costo del Estado sin afectar sus funciones sustantivas” y criticó el costo de los organismos descentralizados.
La controversia está instalada y genera preocupación en sectores vinculados a la seguridad pública, la prevención de la violencia y organizaciones sociales que acompañan a víctimas de armas de fuego, que esperan un debate público profundo sobre el tema.