

El evento, promocionado por el área de Turismo municipal, había generado gran expectativa y ya contaba con 170 corredores inscriptos, con la previsión de alcanzar los 200. Entre ellos se destacan los atletas locales Silvana Cattini, Federico Santibañez y Leandro Guevara; el tresarroyense Ulises Sanguinetti; y el balcarceño Franco Peidón, ganador de la última edición de la carrera Actitud Solidaria.
La última vez que Necochea albergó una maratón de 42K fue en 2012, cuando la Asociación de Corredores Máster organizó una prueba incluida en el calendario nacional de atletas veteranos. Con esta edición, la ciudad buscaba reinsertarse en el circuito de las grandes pruebas atléticas de la región, algo que ahora volverá a postergarse.
A través de un comunicado, la organización expresó:
“La competencia de 42 kilómetros ha sido suspendida. Esta decisión obedece a que el Municipio, autoridad competente para autorizar este tipo de eventos, resolvió no otorgar la autorización correspondiente”.
Según detallaron, desde el gobierno local argumentaron que la carrera, por su extensión y duración, podría afectar el funcionamiento habitual de la ciudad:
“Podría interferir en el normal desarrollo de la vida diaria de los vecinos, dificultar la circulación de ambulancias ante emergencias y afectar el transporte público y privado”.
En diálogo con NdeN, el organizador Fernández Guerrero expresó su desazón:
“Imaginate el mazazo que me comí y lo que me estoy comiendo ahora por parte de la gente que iba a correr los 42 kilómetros. Realmente, muy mal… ¿cómo te puedo decir? Destruido”.
“Hace dos meses y pico que sabíamos el recorrido. Y me avisan 72 horas antes que no va a estar habilitado porque es muy riesgoso por los cortes, por el transporte, por las ambulancias… Imaginate cómo estoy”, agregó.
A pesar de la suspensión de la prueba principal, se confirmó que los circuitos de 5 y 10 kilómetros sí se realizarán, aunque con un recorrido alternativo
.
Desde la organización también remarcaron que la suspensión implica un fuerte perjuicio económico y logístico, por los gastos ya realizados:
“Remeras, contratación de hidratación, frutas, seguros, entre otros. Pero lo que más duele es el esfuerzo de los corredores que se prepararon durante meses para esto”.
Además, se abre un interrogante importante: ¿cómo no estaban claras estas condiciones desde un primer momento? ¿Fue un tema de desprolijidad o de falta de comunicación entre las áreas municipales y los organizadores?
La noticia generó repudio generalizado entre los corredores y atletas, muchos de los cuales iban a viajar especialmente a Necochea para la prueba, con gastos de traslado, hospedaje y preparación física acumulada en los últimos meses.
La decisión no solo afecta esta edición, sino que sienta un mal precedente para futuros intentos de organizar una maratón en la ciudad. Si bien la organización podría intentarlo nuevamente, será fundamental que desde el Municipio se garantice mayor previsibilidad, agilidad y seriedad a la hora de otorgar permisos.
Por ahora, entre bronca y desilusión, queda un mensaje claro: muchos atletas sienten que se les tomó el pelo, se les faltó el respeto y se jugó con sus tiempos.