

Uno de los temas recurrentes durante el encuentro fue el mal estado de los caminos rurales, que sigue siendo un problema crítico para los productores de la zona. Con las lluvias de julio y la falta de mantenimiento en muchos de los caminos, se generan dificultades para el transporte de productos agrícolas y para la circulación de los trabajadores del campo. Esto afecta la productividad y encarece los costos de transporte, con el consiguiente impacto sobre los precios de los productos agropecuarios.
En varios distritos como General Guido, Ayacucho, y Tandil, el estado de los caminos sigue siendo un tema sin resolver. Los productores pidieron una acción inmediata por parte de las autoridades provinciales y municipales para garantizar la transitabilidad de las rutas rurales, algo esencial no solo para la economía local, sino también para la seguridad de las personas que transitan por ellas.
Otro de los temas centrales fue el peso de las tasas municipales, particularmente las tasas viales, que se destinan al mantenimiento de los caminos. Sin embargo, los productores indicaron que, a pesar de pagar estas tasas, los caminos siguen en mal estado, lo que genera injusticias y descontento.
En algunos municipios, como Saladillo, se presentó un proyecto de ordenanza para reducir las tasas de manera progresiva. La propuesta contempla una disminución anual del 25% de la “Tasa de Guías, Marcas y Señales”, con el objetivo de eliminarla para 2030. Este proyecto ha sido destacado como un ejemplo positivo de cómo las rurales pueden influir en las políticas locales y buscar soluciones justas para el sector.
Las Sociedades Rurales del Sudeste expresaron su apoyo a iniciativas como la de Saladillo y pidieron que se repita el modelo en otros distritos donde las tasas sean excesivas y no correspondan a un servicio adecuado.
Si bien los temas de los caminos rurales y las tasas municipales fueron los más comentados, también se tocaron otros puntos clave para el desarrollo del sector, como la reforma del INTA y la situación de la educación rural.
La reforma del INTA, que limita su autonomía y pone en riesgo su capacidad para investigar y desarrollar tecnologías para el campo, fue otro tema preocupante. Las Sociedades Rurales expresaron su rechazo a estos cambios y pidieron al gobierno nacional que garantice la independencia del instituto y su rol como motor de la innovación.
En cuanto a la educación rural, las malas condiciones de los caminos y la falta de transporte escolar siguen afectando a cientos de estudiantes en zonas rurales. Los productores pidieron que se garantice acceso a la educación para todos los chicos del campo y que se solucione este problema que está afectando el arraigo rural.
En resumen, la reunión de las Sociedades Rurales del Sudeste dejó en claro que el sector agropecuario enfrenta una crisis estructural que necesita soluciones inmediatas. Las autoridades provinciales y nacionales deberán abordar de forma urgente la problemática de los caminos rurales y las tasas municipales, y también garantizar que se preserve la autonomía del INTA y se asegure el acceso de los niños a la educación rural.
Las Sociedades Rurales del Sudeste seguirán presionando para que estos temas no se queden en la discusión, sino que se traduzcan en acciones concretas que beneficien al sector y a la comunidad rural en general.