

Uno de los hitos más trascendentales de su vida fue la sanción de la Ley 13.010, la Ley del Voto Femenino, conocida como la Ley Evita. Esta ley, que permitió a las mujeres argentinas votar por primera vez en las elecciones presidenciales de 1951, fue uno de los logros más significativos de la historia argentina.
La Ley del Voto Femenino fue el resultado de un trabajo colectivo que involucró no solo a Eva Perón, sino también a otras mujeres clave en la historia del feminismo argentino. Alicia Moreau de Justo, una figura destacada del socialismo argentino, fue una de las primeras defensoras del voto femenino y uno de los principales pilares de la lucha por los derechos de las mujeres en Argentina. Julieta Lanteri, activista y feminista, fue otra de las grandes precursoras. Lanteri fue una de las primeras mujeres en votar en Argentina y en América Latina, y fundó el Partido Feminista Nacional para promover el sufragio femenino y otros derechos de las mujeres.
Otro nombre importante es Elvira Rawson de Dellepiane, una militante radical y activista, que junto a otras figuras de la Unión Feminista Argentina contribuyó a la visibilidad de la lucha por el voto femenino en el país. Estas mujeres y muchos otros movimientos feministas ya venían batallando por los derechos de las mujeres desde principios del siglo XX.
Eva Perón, con su gran poder de convocatoria y su influencia política, fue quien logró que finalmente la ley se sancionara en 1947, con la Ley 13.010, conocida como la Ley Evita. Eva, con un discurso apasionado, no solo luchaba por el derecho al voto, sino también por la igualdad en la sociedad, para que las mujeres pudieran participar activamente en la política.
Aunque el legado de Eva Perón está indiscutiblemente marcado por su compromiso social y su trabajo en favor de las mujeres, no estuvo exenta de críticas y controversias.
Para muchos, su figura fue vista como polémica debido a su cercanía con el poder, especialmente con su esposo, Juan Domingo Perón, y a su influencia sobre las masas. Algunos de sus detractores consideraban que su autoritarismo y la manera en que utilizaba su poder para controlar la Fundación Eva Perón y otras organizaciones sociales representaban una forma de populismo que amenazaba las estructuras tradicionales.
En el ámbito político, no faltaron las voces que acusaron a Eva de exceso de protagonismo y control sobre ciertos sectores, como los sindicatos, la CGT y, en particular, el Partido Peronista Femenino, que ella presidía. Su estilo de liderazgo también fue criticado por sectores conservadores, quienes veían con desconfianza su creciente poder, especialmente entre las clases populares y los trabajadores.
Uno de los aspectos que más se cuestionó fue su enfoque personalista, pues muchos temían que la figura de Eva Perón eclipsara la figura de su esposo, el presidente Juan Domingo Perón, a pesar de que ella nunca buscó ejercer el poder en términos formales. No obstante, su influencia política fue innegable.
Aunque la Ley del Voto Femenino fue un avance significativo, la primera participación femenina en las urnas no estuvo exenta de controversias. En las elecciones presidenciales de 1951, las mujeres votaron por primera vez, pero la masiva participación femenina no fue vista con buenos ojos por todos los sectores. En ciertos círculos conservadores, se temía que la inclusión de la mujer en la política transformara el equilibrio político y social de la época.
Evita, a pesar de estar muy enferma a causa de su cáncer de cuello uterino, votó desde la cama de su hospital en un acto simbólico que reafirmaba su compromiso con la lucha de las mujeres.
"Yo quiero morir luchando por el pueblo, por las mujeres, por la justicia. Mi última batalla será por ellos." – Eva Perón
Su último acto de compromiso político fue un discurso en 1951 en Plaza de Mayo, frente a miles de trabajadores y mujeres que la aclamaban, donde reafirmó la importancia de la igualdad de género y el derecho al voto para todas las mujeres argentinas.
Hoy, 73 años después de su muerte, Eva Perón sigue siendo una de las figuras más importantes de la historia argentina. La Fundación Eva Perón, la Fundación de la Mujer y su impulso a la creación de políticas sociales y laborales continúan siendo parte de su legado.
Eva Perón, a través de la Fundación Eva Perón, impulsó una serie de iniciativas sociales que transformaron profundamente la realidad de miles de argentinos, especialmente de los sectores más vulnerables. La Fundación se dedicó a la construcción de hospitales, escuelas, hogares y asilos que brindaron atención y servicios esenciales a la población más empobrecida. Además, impulsó programas de becas educativas para los jóvenes, promovió la formación de enfermeras y apoyó a los trabajadores mediante la creación de colonias de vacaciones y otros beneficios sociales. La Fundación también tuvo un papel clave en la creación de la Escuela Superior de Enfermería y en el impulso de proyectos de turismo social. Gracias a su visión, millones de argentinos, incluidos los descamisados, encontraron una oportunidad de mejora social y acceso a derechos básicos que hasta entonces les habían sido negados.
Eva fue una luchadora incansable por la igualdad de derechos y por la justicia social. Su figura sigue siendo recordada por su valentía, su empatía por los más humildes y su trabajo constante por mejorar las condiciones de vida de las mujeres y los trabajadores. La Ley Evita y la Fundación Eva Perón son testamentos de su compromiso y su dedicación a una Argentina más justa.