Cuando el frío se instala en la ciudad y las ganas de sol se vuelven irresistibles, no hace falta esperar hasta diciembre para sentir calor en la piel. Varios rincones del país mantienen temperaturas agradables durante el invierno, ideales para quienes buscan una pausa del clima hostil.

Santa Teresita: la costa sin multitudes

Durante julio y agosto, el balneario tradicional de Santa Teresita se transforma. Sus poco más de 3 kilómetros de playa quedan prácticamente vacíos, perfectos para caminatas sin el bullicio veraniego. Las temperaturas rondan entre 8 y 16 grados, las cuales son frescas pero tolerables, especialmente cuando el sol está en lo más alto. 

Los pescadores y vendedores locales de mariscos mantienen sus puertas abiertas todo el año, mientras renuevan sus platos con nuevas experiencias culinarias preparándose para la temporada alta. No son pocos los hoteles que aprovechan la temporada baja para ofrecer tarifas tentadoras. Llegar es lo más directo: hay micros a Santa Teresita que salen regularmente desde las principales terminales del país.

Puerto Iguazú: trópico en pleno julio

Mientras otras regiones sufren con el termómetro bajo cero, allá en el norte, en frontera con Brasil, Iguazú mantiene sus 23 grados promedio. La humedad puede resultar intensa al principio, pero después se agradece esa sensación de calor envolvente. Un calor mucho más amigable que el abrasador de verano. 

Las Cataratas, el principal atractivo de la zona y una de las 7 Maravillas Naturales del mundo, lucen imponentes en esta época. El caudal de agua se mantiene generoso gracias a las lluvias otoñales. Y lo mejor: podés contemplarlas sin las multitudes de temporada alta. Los precios de hospedaje también bajan considerablemente, por lo que se convierte en una excelente oportunidad.

Salta: sol de montaña todo el día

La capital del norte que preserva mejor su pasado arquitectónico colonial español, nos regala cielos despejados durante el invierno. Las máximas en "La Linda" llegan a 20 grados, mientras que las noches pueden bajar hasta 2. Una excusa ideal, para disfrutar un locro humeante en alguna peña folklórica, que son tradicionales en esta provincia.

El Tren de las Nubes funciona normalmente, que nos hace un recorrido con vistas infartantes sobre el Valle de Lerma hasta introducirse en la Quebrada del Toro. Es la época perfecta para aquellos que quieran recorrer estos paisajes únicos sin el agobio del calor extremo.

Río Hondo: aguas termales todo el año

Santiago del Estero guarda una sorpresa. A poco más de dos horas de viaje desde la “Madre de Ciudades”, nos encontramos con aguas que mantienen entre 38 y 45 grados sin importar la época del año. Con un clima seco y máximas de 22 grados, se vuelve el destino perfecto para relajarse y descontracturarse de la ajetreada vida urbana. 

Las propiedades medicinales de estas termas son reconocidas desde hace décadas, y son perfectas para aquellos que sufren dolores reumáticos o simplemente buscan desestresarse. Existen complejos turísticos que ofrecen paquetes especiales en todas las temporadas.

Cada destino posee su magia particular. Santa Teresita ofrece simpleza costera, Iguazú propone una aventura tropical, Salta combina cultura y paisajes y Río Hondo promete pura relajación. ¿Por cuál querés empezar?