

El ingeniero naval Hugo Obregozo, propietario del astillero, destacó que:
“La finalización de esta etapa constructiva representa no solo la culminación de más de 5.000 horas de trabajo, sino también un voto de confianza del Grupo San Isidro, un cliente de la casa desde hace años”.
Obregozo agregó:
“Este proyecto es particularmente valioso porque se trata de la construcción de un barco nuevo, no de una reparación, lo que les permite plasmar toda su impronta para un buque a la altura de los requerimientos de la pesca actual”.
El “CODASTE” es un pesquero artesanal con eslora de arqueo de 10,50 metros, diseñado específicamente para operar en Puerto Rawson. Entre sus innovaciones técnicas destacan:
Proa tipo bulbo, que reduce la resistencia al avance.
“Cola de pato” en la popa, que optimiza la distribución del peso y la propulsión.
Motor Scania DS-13 de 148 kW, que permite operar la embarcación con un patrón y entre tres y cuatro marineros, reduciendo costos operativos.
Se estima que producirá 600 cajones de langostino diarios durante la zafra, que se extiende de noviembre a febrero o marzo en aguas provinciales de Chubut.
Tras su botadura, el buque continuará con las inspecciones de Prefectura, coordinadas por Dársena de Servicios Puerto Quequén S.A.. Estas revisiones abarcan casco, motor, comunicaciones, armamento de seguridad, planta eléctrica y sistemas de prevención de la contaminación. Obregozo destacó:
“La importación de algunos equipos de radio y navegación”.
También se realizarán inspecciones para los certificados de prevención de la contaminación, evitando derrames de basura y aguas sucias.
La botadura y bautismo del “CODASTE” se realizó este sábado por la mañana con la presencia de la presidenta del Consorcio de Gestión de Puerto Quequén, Jimena López, como madrina. En su discurso afirmó:
“Me siento orgullosa de formar parte de un momento histórico para la comunidad portuaria de Necochea”
y agregó:
“En un contexto tan complejo como estamos viviendo hoy, a nivel país, la defensa incalificable de los puestos de trabajo es fundamental”.
López subrayó también:
“Este buque es el resultado de la producción de un bien no primarizado, lo cual hace que haya una cadena de valor extra”
y finalizó destacando a Hugo Obregozo:
“Por su insistencia en reactivar la industria pesquera, necesitamos empresarios que sigan soñando que es posible reactivar la industria”.
El Astillero Aloncar continúa con la construcción de otras dos embarcaciones para el Grupo San Isidro y mantiene proyectos de reparación en seco y a flote. Recientemente finalizó el desguace del B/P “GIULIANA” y la transformación del “ERIN BRUCE” en un pontón de amarre llamado “RÍO QUEQUÉN”.