

El propietario de la vivienda afectada, José Gandini, manifestó la frustración que siente ante la falta de control sobre el arbolado público en el barrio. En sus redes sociales expresó: “Para decirte q no, son los primeros. Ahora los quiero ver, para hacerse cargo de las cagadas que hacen. No cuidan los árboles, crecen sin control y prohíben indiscrminadamente una forestación consciente. Cuando compre este lote pregunte por que no me dejaban reforestar y sacar árboles que se estaban por caer. Y la respuesta fue no. Por que no y punto. Estoy seguro que nadie se va a hacer cargo de nada y nadie va a llamar. Desgracia con suerte. Ni mis hijos ni yo estábamos en ese momento. Manga de forrxs cínicos que les chupa un huevo Necochea”.
En la Villa del Deportista, la tala y la poda de árboles está regulada por ordenanza municipal, y en muchos casos la intervención de organismos como las Direcciones de Gestión Ambiental y Forestación es obligatoria para realizar estos trabajos. Sin embargo, la cantidad de árboles existentes en barrios como Villa del Deportista y Villa Zabala hace que estos organismos no den a basto, lo que genera zonas con árboles crecidos sin control y riesgo constante para los vecinos.
El incidente evidencia una problemática histórica: la falta de mantenimiento adecuado del arbolado público, que se combina con la normativa restrictiva y la saturación de tareas de los organismos municipales, generando un riesgo permanente para la comunidad, especialmente durante jornadas de viento intenso.
Vecinos y especialistas han señalado en múltiples ocasiones la necesidad de establecer un plan de cuidado integral del arbolado, que contemple podas periódicas, monitoreo de árboles en riesgo y criterios de forestación consciente, combinando la preservación ambiental con la seguridad de los habitantes.