El jugador de básquet Benjamín Amieva, conocido como “Palito”, y actualmente integrante de Rivadavia de Necochea, fue detenido en la ciudad y enfrenta cargos por grooming y distribución de material de abuso sexual infantil. Este viernes, durante su indagatoria ante la fiscal Cecilia Corfield, Amieva optó por no declarar.

Tras esta decisión, la fiscal cuenta con un plazo de 15 días corridos para determinar si solicita la prisión preventiva, la cual será analizada por el juez de Garantías Guillermo Atencio.

La investigación se inició a raíz de la denuncia de la familia de la víctima, y fue llevada adelante por el área de Cibercrimen del Ministerio Público Fiscal, que reunió pruebas digitales que comprometen al jugador. Durante el operativo de detención en Necochea, agentes de la DDI encontraron material de abuso sexual infantil en su poder, lo que agravó aún más la situación judicial de Amieva.

Por ahora, ni la ABN ni el club Rivadavia han emitido algún comunicado oficial sobre el caso.

Amieva, oriundo de La Plata, surgió del club Capital Chica, en Los Hornos, y llegó a Rivadavia de Necochea para disputar la temporada 2024/2025. Su desempeño lo había destacado como una de las promesas del básquet regional, participando en torneos de la ABN y la AMB. Actualmente, enfrenta una acusación que contempla una expectativa de pena de hasta 6 años de prisión.

La detención se concretó la semana pasada en Necochea, en la zona de 46 y 61, tras la orden del Juzgado de Garantías N°1. El grooming, delito que se le imputa, consiste en el acoso sexual a menores a través de medios informáticos, generando una relación de confianza con la víctima mediante chats y redes sociales.

La causa sigue en investigación, mientras la fiscal analiza si solicitará la prisión preventiva en los próximos días, definiendo así los pasos inmediatos en el proceso judicial contra el deportista.

Prevención y ayuda sobre grooming

El grooming es toda acción mediante la cual una persona adulta busca comunicarse con un niño, niña o adolescente a través de medios digitales —como correos electrónicos, redes sociales, chats o juegos en línea— con el fin de atentar contra su integridad sexual. Muchas veces, el agresor crea una identidad falsa y genera un vínculo de confianza, que puede ser difícil de reconocer como violencia en un primer momento. También puede ser cometido por alguien conocido del círculo íntimo del menor o por un desconocido que no oculta su identidad.

Se trata de una conducta extorsiva, que puede manifestarse exigiendo el envío de imágenes, videos o información íntima, o intentando concretar encuentros personales con fines de abuso sexual o trata de personas. Aunque la violencia ocurra de manera virtual, el daño que provoca es real, y es necesario intervenir para proteger los derechos de los menores.

Desde diciembre de 2013, el Código Penal establece que el grooming es un delito con penas de 6 meses a 4 años de prisión, y puede ser la antesala de otros delitos, como:

• Obtener material de abuso sexual infantil para archivar, difundir o comercializar en redes de explotación sexual infantil.

• Generar encuentros personales con víctimas para cometer abuso sexual físico.

Cómo prevenir y actuar ante el grooming

• Escuchar a la víctima y ofrecer contención sin juzgarla.

• Acompañar al niño, niña o adolescente a evitar y cortar la comunicación con el agresor, guardando todas las conversaciones y capturas de pantalla como evidencia.

• Iniciar una denuncia ante la autoridad competente.

• Una vez realizada la denuncia, bloquear y denunciar al agresor en la red social.

• Contactar programas de atención a víctimas de grooming o delitos informáticos de la región.

Qué puede hacer el menor afectado

• Buscar una persona adulta de confianza, como un familiar o docente, para contar la situación.

• Cortar la comunicación con el agresor y conservar las conversaciones como prueba.

• Hablar con la persona adulta de confianza sobre la posibilidad de realizar la denuncia.

• Podés llamar a la línea 102 o a la línea 137, para recibir orientación y asesoramiento.
• Hacer la denuncia en la fiscalía más cercana.