

En la votación de la Ley de Emergencia del Hospital Garrahan, 181 diputados votaron a favor de la revocación del veto presidencial, mientras que 60 se expresaron en contra. Por otro lado, la ley que garantiza el financiamiento de las universidades nacionales recibió 174 votos a favor, 67 en contra y 2 abstenciones. Ambas iniciativas ahora deberán ser tratadas en la Cámara alta, donde el futuro de las leyes dependerá de una nueva votación. Si el Senado ratifica el rechazo, las leyes serán promulgadas, marcando una derrota para el Ejecutivo.
El rechazo de estos vetos no solo pone en juego la estabilidad de dos instituciones emblemáticas del país, sino que también resalta el creciente enfrentamiento entre el Poder Ejecutivo y una parte del Congreso. Las dos leyes afectadas fueron votadas por una coalición opositora compuesta por Unión por la Patria (UxP), Encuentro Federal, la UCR y Democracia para Siempre, así como por algunos diputados del PRO y de la coalición macrista. Este bloque fue clave para asegurar el rechazo al veto y enviar un claro mensaje a la Casa Rosada.
En el marco de esta disputa, Sergio Massa, referente del Frente Renovador, celebró la decisión del Congreso y destacó la importancia de defender la salud pública y la educación gratuita. A través de sus redes sociales, expresó: "La fuerza del pronunciamiento del Congreso y de la calle es clarísima: hay que defender la Universidad pública, gratuita, inclusiva y de excelencia y un Garrahan con la capacidad de atender a los chicos y chicas de todo el país. Felicitaciones".
La oposición al gobierno también destacó la importancia de estas victorias legislativas, que se dan en medio de un contexto de creciente movilización social. Martín Lousteau, senador de la UCR, remarcó que “la educación y la salud pública son más fuertes que cualquier veto” y anunció que, desde el Senado, seguirán defendiendo estas iniciativas. En la misma línea, Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, recalcó la importancia de la educación y la salud pública para el futuro de Argentina, asegurando que "sin ellas no hay futuro para los argentinos".
A su vez, la juventud universitaria y los trabajadores del sector salud celebraron la victoria en la Cámara baja, interpretando la votación como un respaldo a las necesidades sociales y un freno a las políticas de ajuste del gobierno. En las calles, se multiplicaron las muestras de apoyo a las leyes, con manifestaciones que exigieron la ratificación de los fondos tanto para las universidades como para el Hospital Garrahan.
Rodolfo Aguiar, líder de ATE, también manifestó su apoyo a la medida, calificando el rechazo de los vetos como "un logro de la movilización popular". Por su parte, el dirigente social Juan Grabois, candidato a diputado nacional por Fuerza Patria, ironizó con las presuntas denuncias de coimas que afectan a la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, señalando que “Pueblo 2 – Milei 0 (Karina 3%)”.
En cuanto al Senado, la lucha por estos recursos clave para la salud y la educación se intensifica. Las expectativas están puestas en cómo se definirá la votación en la Cámara alta, ya que, en caso de ratificarse la decisión de Diputados, el gobierno tendrá que promulgar estas leyes, significando una clara derrota para la estrategia presidencial.
Este rechazo en la Cámara baja, sumado a la presión popular, deja en evidencia que el Congreso sigue siendo un escenario de disputa clave en la política nacional, y los próximos días podrían marcar un hito en la relación entre el gobierno y las instituciones de la sociedad argentina.