

Los ejemplares, producidos íntegramente en el Vivero Municipal, tienen cuatro años de edad y pertenecen a especies de gran valor ambiental y paisajístico: fresno americano, catalpa, sicomoro y paraíso. Este aporte reafirma el rol del vivero como un espacio estratégico para ampliar y cuidar el patrimonio natural de la ciudad.
Desde el área remarcaron la importancia del cuidado posterior por parte de la comunidad, recomendando controlar la presencia de hormigas y mantener un riego semanal, especialmente durante las primeras etapas de crecimiento.
Según destacaron, cada árbol entregado aporta beneficios directos al entorno urbano: absorbe dióxido de carbono y libera oxígeno, purifica el aire, contribuye a fijar los suelos, retiene partículas de polvo y ayuda a amortiguar ruidos y vientos. Además, brindan sombra, refrescan el ambiente y favorecen la biodiversidad.
El Vivero Municipal, conducido por la ingeniera Andrea Frigerio, continúa trabajando en la producción de ejemplares destinados tanto a la reposición del arbolado público como a la entrega a la comunidad. De esta manera, se busca fortalecer la presencia de especies en distintos sectores del distrito y fomentar el cuidado del entorno.