

En redes sociales se viralizó un fragmento del documental en el que Cordera canta: “Locati, Barreda, Monzón y Cordera también matan por amor” y luego reflexiona: “Me puse en su lugar como diciéndole a todos ellos que yo también me puedo equivocar. Cualquiera puede cometer un asesinato en cualquier momento, hasta inclusive yo puedo cometer un crimen”.
“Para mí Barreda simboliza eso, una injusticia cometida sobre una persona que reacciona violentamente”, agregó, una frase que generó rechazo inmediato no solo de movimientos feministas, sino de la sociedad en general. La crítica apunta a que el músico minimiza la gravedad de un cuádruple femicidio y normaliza la violencia contra mujeres.
Con fascinación sostuvo que “genera una mística una persona que asesinó”, invirtiendo el rol de víctima y victimario. Estas palabras vuelven a surgir en un contexto donde los femicidios siguen ocurriendo, como el reciente triple asesinato de Brenda, Morena y Lara, que conmocionó a todo el país.
Cabe recordar que en 2016, Cordera ya había sido imputado por incitación pública a la violencia colectiva tras declarar:
“Es una aberración de la ley que si una pendeja de 16 años con la concha caliente quiere coger con vos, vos no te las puedas coger. Hay mujeres que necesitan ser violadas para tener sexo porque son histéricas y sienten culpa por no poder tener sexo libremente”.
Además, agregó: “Si yo tengo algo bueno para darte puedo desvirgarte como nadie en el mundo. A mí hablame de cómo te sentís y te entiendo, pero si me hablás de los derechos no te escucho, porque no creo en las leyes de los hombres, sí en las de la naturaleza”. Estas declaraciones provocaron indignación, condena casi unánime y una imputación que terminó en sobreseimiento en noviembre de 2020.
En una entrevista posterior con Viviana Canosa, Cordera se comparó con figuras históricas como Gandhi, Martin Luther King y Jesús, defendiendo su postura y calificando su condena social como una “persecución organizada”. En sus propias palabras:
“Nunca antes en la historia de la humanidad se vio una organización tan eficiente, tan coordinada y de tanta inversión para la persecución y cancelación de una persona”.
En 2025, sus declaraciones en el documental y en medios como el programa de Pedro Rosemblat muestran que no ha reflexionado sobre la violencia de género estructural ni sobre sus palabras previas, reafirmando un discurso ampliamente repudiado.
El repudio a Cordera se da en un momento donde la violencia de género sigue siendo una emergencia social. El reciente triple femicidio de Brenda, Morena y Lara, en La Matanza, ha provocado movilizaciones en distintas ciudades y renovó la exigencia de justicia y visibilización de los femicidios.
El caso recuerda que no hay víctimas ni buenas ni malas, hay femicidios, y que la responsabilidad social de figuras públicas es crucial para no naturalizar la violencia. La frase de Cordera: “Cualquiera puede cometer un asesinato” evidencia cómo ciertos discursos buscan minimizar crímenes atroces y poner a las víctimas en un segundo plano, generando indignación generalizada.