

El Consorcio de Gestión de Puerto Quequén recordó que durante los primeros 25 días de lactancia exclusiva es fundamental respetar el vínculo madre-cría. Entre las recomendaciones destacan:
❌ No acercarse ni molestar a los animales.
❌ No alimentarlos.
❌ Evitar la presencia de mascotas en la zona.
A pesar de estas advertencias, Carlos Alberto Leo, abogado y rescatista de animales, intervino intentando separar al cachorro de la colonia de lobos marinos que compartían la playa debido a que decía que "estaba en peligro". Esta acción generó debate: algunas personas apoyaron la intervención desde la ignorancia, sin comprender los riesgos de alterar a los animales salvajes.
El licenciado Víctor Fratto, especialista en fauna marina y director del Centro de Rescate de Fauna Nativa Refaunar, enfatizó que cualquier intervención humana puede ser mortal:
“Los elefantes marinos amamantan a sus crías durante 23 días. Si la madre se asusta y se mete al agua antes de tiempo, el cachorro se queda sin alimento y puede morir de hambre. La intervención humana, aunque sea con buena intención, incrementa drásticamente ese riesgo”.
Fratto aclaró que los animales son salvajes por naturaleza y que su comportamiento debe ser respetado:
“No hay que intervenir con la fauna silvestre. Estos animales no necesitan ‘rescate’ humano, sino que se respete su espacio y su conducta natural. Interferir puede ser fatal”.
El especialista mantuvo comunicación directa con Carlos Leo, explicándole los riesgos y la normativa vigente en la Provincia de Buenos Aires:
“Hablé durante 40 minutos y le dejé claro que su intervención era innecesaria e ilegal. La fauna silvestre se protege observando y notificando a las autoridades competentes, nunca manipulando al animal”.
Fratto señaló que, aunque la mortalidad natural puede ocurrir —como en colonias reproductivas donde un cachorro puede morir aplastado o por causas naturales—, la intervención humana no reduce ese riesgo, sino que lo aumenta.
A su vez se lamentó que pese a haber hablado con Leo "a la vista de sus publicaciones en redes sociales, sigue con la misma tesitura. Por eso esperamos que las autoridades actúen para evitar la posible muerte de este elefante marino por negligencia”.
El llamado del especialista y del Consorcio de Puerto Quequén es claro:
Mantener distancia.
No intervenir.
Notificar a las autoridades ante cualquier situación inusual.
“Lo que debemos proteger no es al animal de otros animales, sino de las personas que alteran su hábitat. La naturaleza sigue su curso y debemos respetarla”, concluyó Fratto.
Este caso refuerza la importancia de educación ambiental y de respetar la fauna salvaje: la única manera de garantizar la supervivencia del cachorro y conservar la biodiversidad en Necochea es observar y proteger desde la distancia.
TODAS LAS FOTOS SON DE MARCELO BOLADO