

“El prototipo consta de una boya que capta la energía ondular del mar y la transforma en energía mecánica para luego convertirla en eléctrica”, explicó Heim en 2024. Con la instalación en Mar del Plata, los investigadores buscarán validar la tecnología a escala real, con miras a futuros parques que podrían abastecer al Sistema Argentino de Interconexión (SADI) o poblados dispersos. Según estimaciones del equipo, un parque de tres hectáreas podría generar energía suficiente para 5.000 hogares.
Originalmente, el proyecto estaba pensado para Necochea y Quequén, dada la alta energía de las olas y la infraestructura portuaria estratégica. Sin embargo, según contó Alejandro Heim a NDEN Noticias de Necochea en julio de 2022, “por ahora, hay más chances en Mar del Plata por el tema de costos. La obra civil en Necochea es más cara porque no podés tocar la escollera, no la podés modificar, tienen tetrapodos y mucha piedra. Por ende, hay que construir una plataforma anexada a la escollera, como si fuese un trampolín, y ya tenés que trabajar con una grúa desde el agua y es más costoso”.
Heim agregó: “No descartamos Necochea, pero como el presupuesto es limitado, el que podemos llegar a conseguir escapa a los valores que estamos manejando, salvo que la obra civil se haga cargo el Consorcio de Puerto Quequén, cosa que por ahora no tenemos novedades. Por eso propusimos Mar del Plata: la escollera allí tiene más facilidad para instalarlo y no es tan complejo desde ese punto de vista”.
El proyecto forma parte del Programa Provincial de Incentivos a la Generación de Energía Distribuida Renovable (PROINGED) y del trabajo conjunto del Foro Regional de Energía de Buenos Aires (FREBA). Desde el gobierno bonaerense, la instalación del primer equipo se consideró “un hito para la ciencia y la industria argentina”, combinando investigación aplicada, transferencia tecnológica y producción local, y posicionando a la provincia como referente en innovación tecnológica y energías limpias.
Además de su valor energético, el proyecto tiene un potencial estratégico para la soberanía nacional. Según Heim, “podríamos instalar estos equipos costa adentro y generar energía eléctrica para alimentar radares desarrollados por el INVAP que monitoreen el tráfico marino. También podrían suministrar energía limpia a los barcos, ya que con esta tecnología podríamos generar hidrógeno offshore en medio del mar y abastecer a los buques, sin necesidad de ingresar a puertos”.
El equipo pertenece a la Red de Energías Marinas Argentinas (REMA), que reúne a investigadores de la UTN, la UBA, el Servicio de Hidrografía Naval, el Instituto Nacional del Agua y el LEICI, con el objetivo de impulsar la investigación, desarrollo y transferencia tecnológica de energías renovables marinas en Argentina. Los especialistas destacan que, aunque la energía undimotriz puede generar electricidad incluso con olas producidas a kilómetros de distancia, la zona de Necochea y Quequén sigue siendo estratégica para proyectos futuros.