

Según informaron fuentes oficiales, la conductora del vehículo dio positivo en el test de alcoholemia con 1.85 gramos de alcohol en sangre, y además tenía la licencia inhabilitada, tras haber sido detectada previamente manejando bajo los efectos del alcohol en el mes de julio.
Personal de Tránsito procedió al secuestro del rodado, mientras que en el lugar también trabajaron efectivos policiales y Defensa Civil.
Afortunadamente, no se registraron heridos de gravedad, aunque los daños materiales fueron importantes.
El hecho vuelve a poner en evidencia la problemática de la conducción bajo los efectos del alcohol, una infracción que sigue generando preocupación por su impacto en la seguridad vial del distrito.