La inseguridad volvió a golpear al complejo educativo Jesuita Cardiel de Necochea. En las últimas semanas se registraron múltiples hechos delictivos dentro del predio: robos de motos y bicicletas, boquetes en paredes, rotura de ventanas y vandalismo en distintos sectores del edificio.

El hecho más reciente ocurrió este lunes 20 de octubre, cuando robaron una moto mientras los estudiantes estaban en clase. Según relatan los alumnos, no se trata de un caso aislado sino de una situación que se repite semana tras semana, sin respuestas concretas ni presencia policial en la zona.

Ante esta situación, el Centro de Estudiantes del Instituto Superior de Formación Docente N°31 decidió convocar a una movilización para este viernes 24 de octubre a las 17 horas, frente al ingreso principal del complejo, bajo la consigna: “Queremos estudiar y trabajar seguros”.

En un comunicado enviado a NdeN, los estudiantes expresaron:

“Como es de público conocimiento, todo el año hemos sufrido hechos delictivos en nuestro complejo Jesuita Cardiel. Desde robos hasta boquetes en el edificio La Ribera. Y en el día de hoy decimos ¡Basta! Queremos estudiar seguros. Invitamos a toda la comunidad educativa a concentrarse para visibilizar los hechos de inseguridad y vandalismo que venimos acarreando desde hace años”.

Por su parte, Bautista, presidente del Centro de Estudiantes del Instituto 31, dialogó con NdeN y agregó:

“Durante años se vienen sufriendo robos de bicicletas y motos, no solo en nuestro instituto sino también en la Escuela de Arte. En lo que va del año habrán habido entre 10 y 15 robos, además de las veces que forzaron ventanas o hicieron boquetes para ingresar. En el turno vespertino no tenemos luz, ni cámaras de seguridad, ni circula la policía. A cualquier hora roban igual”.

La movilización busca visibilizar el reclamo y exigir medidas urgentes que garanticen la seguridad de toda la comunidad educativa —estudiantes, docentes y personal no docente— que asiste diariamente al complejo.

“Queremos estudiar y trabajar seguros”, repiten los estudiantes que, cansados de la falta de respuestas, decidieron salir a la calle para defender su derecho a la educación en un entorno libre de violencia.