La crítica situación de las calles de tierra en el barrio Tigre Dientes de Sable vuelve a visibilizarse. La única entrada y salida del barrio, la avenida 58, se encuentra en condiciones deplorables, lo que dificulta incluso el traslado de personas en situaciones de urgencia.

Juan José, vecino y recientemente operado de cadera, relató a NDEN cómo tuvo que posponer sus controles médicos semanales por temor a sufrir un accidente:

"Yo en este momento estoy padeciendo un tipo de urgencia porque estoy operado de cadera... no puedo ir zarandeándome adentro de la ambulancia como me pasó cuando me trajeron, porque el camino a la 58 está destrozado, destrozado de los pozos, porque la tosca es mala, porque han hecho un trabajo, a mi criterio, no de buena calidad y no tiene drenaje hacia los laterales, entonces se junta el agua en la mitad de la calle."

El vecino denunció la ineficacia del municipio y la precariedad del sistema de emergencia:

"Incluso habiendo hablado con Defensa Civil, cuando dijo 'nosotros te socorremos', pues yo no necesito que me socorra, por eso tengo una ambulancia para que me lleve y me traiga. ¿Quién me va a socorrer si la ambulancia se queda encajada o le pasa algo? Defensa Civil no tiene ambulancias, para eso está el servicio de ambulancia, así que esto es un tema."

Juan criticó también la falta de respuestas políticas, sobre todo en contexto electoral:

"A una semana de las elecciones, todos los políticos son iguales... vienen y te soban el lomo un poco, te dan besito, te dicen 'vamos a hacer esto', 'vamos a hacer aquello', y después no hacen nada. Es preferible que digan: 'mira, no podemos hacer nada'. La verdad que estamos atados de pie y mano, pero ninguno tiene sinceridad, son todos mentirosos."

El riesgo en casos de urgencia médica es extremo:

"Si alguna persona tiene un infarto o se cae del techo de la casa y está todo fracturado y necesita urgentemente que lo internen, ¿cómo entra la ambulancia acá? No puede entrar, tarda media hora, 40 minutos venir hasta acá y el tipo se murió. El tiempo es oro cuando la vida está pendiendo de un hilo."

Juan cuestionó la calidad y la desigualdad de los trabajos realizados por el municipio:

"Acá hicieron un laburo, pero lo hicieron mal. Lo hacen una vez, lo hace dos, lo hace tres... Acá dentro del barrio entoscaron tres calles y la hicieron perfecta porque trajeron tosca buena. Ahora si acá dentro del barrio trajeron tosca buena y entoscaron, ¿por qué carajos no lo hacen con la 58? Que es una arteria principal, porque no nos olvidemos que la 58 es la que corta el corazón de Necochea al medio."

Juan también remarcó el derecho a exigir servicios vinculado a la  legalidad de la residencia en el barrio y denunció la desinformación oficial:

"En su momento no hicimos ningún comentario porque dijeron 'ustedes decidieron irse a vivir ahí'. No, nosotros no lo hicimos, mejor dicho, decidimos venir a vivir acá, pero ustedes me cobraron, me pidieron que hiciera trámite administrativo, me pidieron permiso, me obligaron a tener permiso. No es que me metí acá porque quise usurpar la tierra, acá estamos todos documentados, no somos indocumentados como un tipo que se metió en un barrio cualquiera y agarró un pedazo de tierra porque se le ocurrió."

La historia de Juan refleja la realidad de muchos vecinos que sufren diariamente las consecuencias de calles en mal estado, y la preocupación ante situaciones críticas de salud que podrían ser fatales si no se interviene a tiempo.