

La actividad, coordinada por docentes como Mariana Arrechea, Carina Castelli, Gustavo Escudero, Mariano Chiapetta, Julia de Lunardo y Nerio Bognanni, buscó recolectar datos locales para sumarlos al censo provincial y visibilizar la contaminación que afecta la salud ecosistémica, la fauna marina y la calidad de las playas turísticas.
En Necochea, se censaron 6 hectáreas de balnearios entre las calles 73 y 79, un sector que recibe aguas de dos efluentes pluviales. Los resultados fueron preocupantes:

1.806 plásticos
1.053 colillas
129 fragmentos de vidrio
42 metales
14 orgánicos
65 escombros
Restos de obra como hierros, cañerías y mampostería

En Quequén, sobre 10.000 m², se encontraron residuos diferentes:
50% plásticos (112 piezas)
36% caucho y látex (4)
4% orgánicos (14)
2% papel y cartón (8)
2% metal (5)
2% textiles (5)
2% colillas (6)
Vidrio (156 piezas)

Las diferencias reflejan cómo los pluviales y la urbanización elevan la contaminación, mientras que en Quequén predominan residuos dispersos como vidrio y envoltorios plásticos.

Estos datos se compartieron en la Red Bonaerense, que agrupa a 19 ciudades y organizaciones como Vida Silvestre Argentina, AquaMarina y la Reserva Natural Bahía Blanca, para analizar, comparar y generar conciencia ambiental. Los resultados definitivos se publicarán antes de fin de año, permitiendo comparaciones con censos anteriores y ayudando a planificar acciones de cuidado costero.