En declaraciones a medios locales, el jefe comunal aseguró que el Municipio atraviesa “una sequía infernal de dinero” y advirtió:
“Más de diez municipios ya están pidiendo salvataje para poder pagar salarios, y se viene el aguinaldo, que hoy será muy difícil de juntar. Tenemos que ser serios y mirar la realidad”.
Los dichos encendieron las alarmas entre los trabajadores municipales, en medio del debate por las paritarias y la caída de la coparticipación.
Horas después, Reino tuvo que salir a desmentirse. En una entrevista con Radio Líder, aseguró que sus palabras fueron “tergiversadas” y confirmó que el aguinaldo se pagará en tiempo y forma.
“Nosotros lo vamos a pagar como corresponde. El dinero hoy no lo tenemos, pero lo vamos a juntar para la fecha de pago”, afirmó el jefe comunal, quien insistió en que Balcarce es uno de los pocos distritos que podrá hacerlo.
También defendió la gestión económica municipal y el presupuesto 2026:
“Es un presupuesto austero, sin aumentos excesivos de tasas. Si no lo acompañan, nos quedaremos sin recursos, pero lo hicimos con responsabilidad”.
Las declaraciones del intendente no pasaron inadvertidas. El Sindicato de Trabajadores Municipales de Balcarce difundió un duro comunicado en el que cuestionó la falta de autocrítica y apuntó contra el “gasto político”.
“Esteban, si querés te decimos de dónde podés ahorrar para llegar tranquilo al aguinaldo”, señalaron desde el gremio, y enumeraron una serie de medidas para reducir gastos:
“Funcionarios que no funcionan podrían trabajar unos meses ad honorem.”
“Hay contratos a militantes afines y un festival de horas extras.”
“Reducí la sobrepoblación de directores que vienen de Mar del Plata tres veces por semana y ganan más que Milei.”
El comunicado concluye con una frase que resume el malestar sindical:
“La inflación al básico se tiene que pagar. Que el ajuste lo pague la política y no los trabajadores.”
El conflicto en Balcarce se da en un escenario de tensión financiera en varios municipios bonaerenses. La baja en la coparticipación y la desaceleración inflacionaria afectaron los ingresos de las comunas, generando un delicado equilibrio entre el pago de salarios, obras y gastos corrientes.
Mientras tanto, el Ejecutivo local busca mantener el diálogo con los gremios, aunque las declaraciones de Reino dejaron una marca en la relación con los trabajadores.